El auditorio de Cas Serres acogerá a partir de las 20,00 el espectáculo de Agustín «El Casta» «¿Quién dijo pena...?». El popular humorista mallorquín vuelve a la isla «porque me encanta trabajar con el público ibicenco. Es encantador, y muy diferente del mallorquín; más expresivo y espontáneo. Una cuestión de carácter, supongo. La diferencia con el de Mallorca, que también es divino, me sirve siempre para hacer algún juego con el que nos riamos los unos de los otros, que es una cosa muy saludable. Siempre que no corra sangre, se puede uno reír de los demás», explicó a este periódico.
Corrosivo, ácido y lúcido son adjetivos que cuadran como un guante a un personaje enamorado de la vida, que multiplica su ingenio para hacer cómplice al auditorio de su forma de entender la realidad. En ese sentido, «¿Quién dijo penas...?» es toda una declaración de principios festivos y terapéuticos. «La cosa va de que está la vida muy mala, hay muchos problemas, la gente está muy histérica, nerviosa... Que si la puta guerra, que si el chapapote, que si el gobierno, los empresarios, el frío que ha hecho, el euro, que no sabemos lo que valen las cosas... Un desastre. Ante tanto despropósito, he tomado la bandera de los humoristas, que tenemos que dar un poco de terapia a la peña», suelta de corrido, como un torrente que no admite cauce. Y resume: Digamos que es como una terapia de choque para el pueblo; un espectáculo que viene al pelo para olvidar las cosas malas que están pasando, que es necesario digerirlas con humor».
Contento de actuar por primera vez en la isla en un teatro («es donde alcanzo mi velocidad de crucero»), «El Casta» entrará a saco en los tres «números» del espectáculo en todo lo que se tercie, «y habrá alguna pullita para los políticos, pero sin faltar el respeto al auditorio», concluyó.