Hasta el próximo día 9 está abierto el plazo para aceptar propuestas para la restauración de las campanas de la Catedral de Eivissa. La iniciativa se enmarca en el convenio de colaboración que señala la comisión mixta Iglesia-Consell. El proyecto incluye los elementos asociados, la instalación de un sistema de motorización con instalación eléctrica y la restauración del reloj, adaptando la mecanización de su toque al de las campanas, construidas en los siglos XVI y XVII.
Las campanas a restaurar tienen nombre y funciones propias: «Sancte Michael», la que da los cuartos (1680); «Contra Ictum» (1565); «Crist» (1583); «Jesus, Maria, Josep» (1630), y «Ave Maria», la mayor (1680). Según el Gremi de Campaners Valencians, que ha realizado un inventario de las campanas de todas las catedrales españolas, las de Eivissa destacan «por la coherencia del conjunto y su antigüedad, que les confiere valor documental, epigráfico, acústico y tecnológico». El conjunto es uno de los más importantes y completos, ya que probablemente es la única instalación de esos siglos que se conserva íntegra.
Dicho informe, que data de 1992, afirma (se puede comprobar en la actualidad) que su estado de conservación «es de extrema suciedad, debido a la existencia de nidos de palomas, que convierten la sala de campanas en un lugar sucio y totalmente degradado». También destaca «una peligrosa electrificación, consistente en la colocación de electromartillos para el repique, que ponen en grave peligro las campanas». Dichos toques metálicos, que no se producen actualmente (ni tampoco los manuales), se limitaban al repique eléctrico de cuatro campanas, sin completar el «medio vuelo» tradicional.
Debido a una grieta, una de las campanas será reparada en Alemania, en una de las tres empresas europeas especializadas en soldar las campanas sin refundir el bronce respetando su sonoridad original.
La restauración del conjunto de las campanas históricas de la Catedral tendrá cuatro fases: intervención en la sala de campanas, que incluirá la limpieza de la misma; la recuperación de la sonoridad perdida; renovación de las instalaciones tradicionales, utilizando materiales originales, y mecanización de los toques, que habrán de hacer posible la reproducción de los toques tradicionales al estilo local. La instalación mecánica por impulsos que reproduzcan los gestos del campanero, no impedirá en cualquier caso el toque manual.