Mario de Ayguavives, uno de los artistas incluidos en la exposición «Hic et Nunc» (Ahora y Aquí), que presentó el pasado verano el Museu d'Art Contemporani de Eivissa (MACE), ha presentado una denuncia contra el Ayuntamiento por la utilización indebida de una de sus fotografías manipuladas por ordenador. Tal acción se debe a que la obra fue incluida, a pesar de la prohibición expresa del artista, en una carpeta de regalo de Navidad del Ayuntamiento de Eivissa que incluía reproducciones de una obra por artista de los ocho de dicha exposición.
Según ha explicado Mario de Ayguavives a este periódico, él se entero de la intención del MACE por un mensaje en su contestador preguntándole si venía a Eivissa, porque tenía que firmar las 100 copias de la carpeta. «Inmediatamente les mandé un burofax, que tiene valor notarial, pidiendo que retirasen mi foto, pues la tirada era de dos ejemplares (uno para el museo y otro que ya había vendido a un cliente) y es un fraude legal hacer más copias. Luego envié una carta a la concejala de Cultura explicándole que yo vivo de esto, me dejo los ojos en el ordenador trabajando, y no me parece bien que regalen mi trabajo sin preguntármelo siquiera, y sin saber cómo lo han hecho y si la copia es correcta».
La noticia de la inclusión de su obra, la supo Ayguavives por amigos de la isla, ya que él no recibió ninguna carpeta, lo que sí sucedió con los otros siete artistas. Fue durante la última edición de la feria madrileña de Arco; y aprovechando la presencia del stand Primeros Auxilios al Artista, y a través de una asociación de artistas de Barcelona, presentó la denuncia. «Ahora el tema está en manos de un abogado que ha pedido al Ayuntamiento que le mande una carpeta para valorar el daño. Una vez valorado por una asociación, equivalente a la Sociedad General de Autores, pero de artistas plásticos, se estimará una indemnización adecuada a derecho», señaló.
Ayguavives añadió: «Tengo el certificado del secretario del Ayuntamiento como que recibieron mi fax; y deberían conocer la Ley de Propiedad Intelectual, cuya primera cláusula afirma que el derecho de reproducción de una obra es del autor. Así que es un caso muy claro, que no entiendo como fue adelante a pesar de haberles exigido que retirasen la foto». Realmente ofendido, el artista apuntó: «Es que por dignidad y respeto a mi trabajo te ponen en la obligación de denunciar este abuso por parte de una institución. Si tú haces un trabajo y das la garantía de unas copias, hay que hacerlo respetar. Y si a los otros artistas no les ha importado que hagan copias de sus obras, a mí sí, porque lo considero un fuerte agravio», concluyó.