El jurado del Príncipe de Asturias de las Letras valoró ayer la «profundidad de pensamiento y calidad estética «con la que Susan Sontag y Fátima Mernissi abordan cuestiones de nuestro tiempo con «una perspectiva complementaria en el diálogo de las culturas». Los miembros del jurado, que adoptaron la decisión por mayoría y tras una ardua deliberación, han destacado además de las dos escritoras su calidad ética y la defensa de los valores de concordia, además de su calidad literaria. Tampoco ha pasado desapercibido para el jurado la necesidad de entendimiento de dos culturas como son la occidental y la árabe, especialmente en esta edición de los premios. Las candidaturas de Sontag y Mernissi fueron propuestas por la Universidad de Sevilla y por Carlos Fuentes, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1994.
El presidente del jurado, Víctor García de la Concha, destacó la coincidencia entre ambas escritoras en el tratamiento «de problemas de nuestro tiempo verdaderamente fundamentales y hacerlo desde dos perspectivas que son convergentes en la preocupación por el hombre concreto de hoy». De Mernissi comentó el hecho de que «haya vivido su niñez y adolescencia en un harén y preocupación por una nueva imagen de la mujer en el mundo árabe». De Susan Sontag valoró que «haya mostrado la misma preocupación de que la literatura tenga un compromiso claro con los problemas actuales».
El escritor Fernando Delgado, miembro del jurado, también coincidió en alabar el compromiso de las dos autoras y recordó que «ningún escritor es ajeno a lo que ocurre en el mundo actual por lo que no era muy difícil encontrar un galardonado». Andrés Amorós hizo mención a la calidad literaria de las escritoras al tiempo que reiteró el esfuerzo de la Fundación Príncipe de Asturias por «el diálogo de culturas entre oriente y occidente» e insistió en que «la literatura no se puede desligar de los problemas de la vida. La literatura es belleza y arte pero también hay que tener en cuenta el contenido de la obra de Sontag y Mernissi, luchadoras a su manera para mejorar la calidad de vida de la mujer».