La sala municipal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Eulària acogerá a las 19,00 horas del próximo sábado día 5 de julio la inauguración de una exposición de pintura de Federico Manzano, que estará abierta al público hasta el día 14. «He decidido presentar mi pintura porque a pesar de que llevo tantos años pasando en la isla seis meses al año, nadie sabe lo que hago; ni siquiera los que me conocen y vienen a casa cuando doy una fiesta. Ni entran en eatelier; vienen a pasárselo bien y por regla general no tienen idea de lo que pinto», explicó a este periódico el reconocido pintor, muy apreciado en Nueva York, donde reside el tiempo que no pasa en su finca del siglo XVIII, en Cala Llonga.
Esta será la segunda vez que Manzano presente sus obras en Eivissa. La vez anterior fue en 1979 y en la galería Es Molí, donde expuso una serie sobre las iglesias de la isla, que presentó primero en París con notable éxito. En Santa Eulària expondrá una treintena de obras: «Todas son de motivo ibicenco, y en algunas se nota una cierta ironía sobre el hedonismo mediterráneo y la filosofía tradicional que tenía la isla cuando la conocí, hace ya más de 30 años», apuntó. «Todos están hechos con témpera; es la técnica que tengo más asimilada. No se me da nada bien pintar al óleo, la verdad», añadió.
Invitado a que se presente él mismo ante todos los que sólo le conocen de vista después de tantos años, Manzano no lo duda: «Soy casi ibicenco; llevo aquí muchísimos años y me relaciono muchísimo con todo el mundo; desde mis vecinos payeses al mundillo internacional; sobre todo en verano y aunque sólo sea de manera superficial». «Es algo agradable y necesario, porque como paso todo el día metido en la finca, pintando, cuidando el jardín y tal, al final el mundo se te reduce mucho». De su vida en Nueva York, el contraste con sus meses ibicencos es evidente: «Tengo un estudio pequeño junto al Lincoln Center, al que voy a menudo pues me encanta la música. Veo a mucha gente, y siempre hay tantas cosas por hacer... Además, ahora llevo un tiempo dibujando tres horas diarias en una academia. No me conformo con los desnudos sino que incluyó al estudiante pintando y un fresco de los grandes maestros. Es un trabajo que llamo 'Obsess with the masters', y tiene cierta gracia», explicó.