EVA ESTÉVEZ
El Pou de Benimussa, situado entre Sant Josep y Sant Antoni y
restaurado el año pasado, volvió a reunir ayer a decenas de vecinos
de Sant Josep que se desplazaron hasta este tranquilo lugar situado
en el corazón del municipio, para participar en una ballada pagesa
de carácter popular organizada por el Grup Folklòric de Sant Josep
de Sa Talaia. Vestidos de paisano para lograr de este modo que
todos los presentes se animasen a bailar, los componentes de esta
agrupación iniciaron la fiesta pasadas las 20,00 horas de ayer con
una gran animación.
«Antiguamente la gente se reunía en este pozo coincidiendo con la festividad de San Pedro, pero en los últimos cuarenta años, no sabemos muy bien por qué, dejó de celebrarse esta fiesta popular en la que se comían muchas sandías y melones aquí», relató ayer uno de los componentes del grupo folklórico.
La ballada estuvo precedida de una serie de juegos populares y la degustación de numerosas delicias de la tierra. No faltaron ni los bunyols ni evi pagès, ni tampoco la coca ibicenca con la que todos merendaron y cenaron antes de encender la hoguera en honor a San Pedro, recuperando la costumbre popular de festejar esta jornada con fuego, la petición de deseos y los rituales de purificación, tan habituales antaño con el solsticio de verano.