Hasta el próximo 3 de agosto estará abierta al público en el centro cultural de Can Ventosa la exposición «Ficar-hi el nas. Essències i fragàncies naturals». Se trata de una iniciativa de la Fundació «la Caixa» que lleva recorriendo toda España desde 1994, siendo su cita ibicenca la número 103 de un recorrido marcado por el éxito.
La original propuesta, organizada en colaboración con el Ayuntamiento de Eivissa, permite experimentar a través de 60 aromas diferentes con el olfato, el más olvidado de los cinco sentidos. Con una cuidada y depurada «puesta en escena», resultado de la larga trayectoria, la exposición incluye varios ámbitos relativos al olfato: bases científicas, aspectos culturales, esencias, olores primarios, plantas y especies, flores, frutos y semillas, hojas, raíces, maderas, resinas, productos de procedencia animal, ambientes (escuela antigua, iglesia, bosque quemado). Incluso dos olores enmascarados que el visitante debe descubrir, y un simpático test para descubrir cuáles son los olores que van con la personalidad del curioso, así como rasgos de su carácter y forma de ser.
Según explicó ayer en la presentación de la muestra su comisario, Guillermo Fernández, la desinformación y el olvido son las mayores amenazas para el olfato. «Se imponen los ambientes asépticos, se desprecia todo lo que produce olor o se enmascara con otros olores artificiales, y hasta el término 'oler' tiene una connotación negativa. La verbalización del mundo de los olores presenta muchas dificultades, y los adjetivos sobre cualidades olfativas son muy escasos y se usan normalmente sin rigor, ya que pocas personas son capaces de identificar las fragancias más comunes», explicó.
Durante mucho tiempo se ignoró el mecanismo íntimo que produce la olfacción. En 1964, John Amore formulo una teoría que supuso un importante avance: el olor de una substancia estaría determinado por la media y la forma de la molécula. Amore estableció la tipología de siete olores primarios: camforada, mentolada, almizcada, florar, etérea, picante y pútrida. El resto de los olores son el resultado de la mezcla entre ellos, aunque recientemente se han desarrollado otras teorías que modifican esta tesis estereoquímica. Un gran campo de conocimiento que la muestra ayuda a desvelar.