La tercera jornada de la Mostra de Jazz Injuve tuvo como protagonistas al grupo madrileño Dead Capo y a Laura Robles Quinteto. Procedentes de Perú, es la primera formación latinoamericana que participan en el encuentro, iniciando una línea de intercambios que el Instituto de la Juventud ha prometido desarrollar. Al frente de la banda se encuentra la percusionista y bajista que da nombre a la formación. «Suena medio raro, sí, ser la líder de la banda, pero como yo tocaba cajón y empezó desde ahí la cosa, le pusimos mi nombre», explicó ayer.
Los demás componentes del grupo son Rafael Miranda (saxo alto), Joaquín Mariategui (guitarra), Alonso Acosta (teclados y vibráfono) y Noel Marambio (bajo eléctrico y contrabajo). Esta es la primera vez que vienen a Europa. «Hemos tocado en San Sebastián, Valladolid y ahora acá», apuntó Robles. De momento, no tienen aún «disco oficial», «pero probablemente el mes que viene entraremos en el estudio para ello».
La música de Laura Robles Quinteto fusiona el jazz de autores como Miles Davis o Duke Ellington con ritmos peruanos como el festejo, el landó o el panalivio, además de alzar vuelo en las propias composiciones de la agrupación. Y aunque parezca extraño visto desde esta orilla, «las nuevas generaciones de Perú están tocando muchísimo jazz. Además del interés que existe por la música tradicional del Perú, porque no nos la enseñaron de chiquitos. Así, de una forma u otra acabamos encontrándonos entre el jazz y nuestras cosas», apuntó.
La «cajonera» (aseguró que tal era el término que se usaba en su país) afirmó que la experiencia de venir a tocar a Europa es especialmente enriquecedora para ellos: «Tanto para mostrar lo que hacemos como para ver lo que hacen acá; porque aunque conozcamos todo lo que es flamenco y bastantes cosas de la música española, no estamos al tanto de jóvenes que toquen jazz».
Laura Robles reconoció que su formación musical era deudora sobre todo de la cultura negra de Perú: «Yo conozco más la cultura negra que la andina», apuntó. En cuanto a intercambios entre los agrupaciones jazzísticas de su país con el exterior, aseguró que era más bien escasa, salvo con los Estados Unidos y con Cuba. «Mis profesores son cubanos; sin ir más lejos. Pero la verdad es que no conozco mucho la movida que puedan tener los músicos peruanos con otros países».