Miembros del Grup Amateur de Teatre (GAT) y otros aficionados de la isla asisten en estos días al curso de teatro que imparte Boris Rotenstein, reconocido director teatral de origen ruso y afincado en Barcelona desde hace tiempo, donde dirige la compañía Perestroika-A-Tak y da clases en el Institut del Teatre. «Es el primer curso de interpretación que doy en Eivissa, aunque mantengo buenas relaciones con la isla, ya que desde que presenté aquí un primer espectáculo, hace ya tiempo, fui muy bien recibido, y desde entonces tengo una buena amistad con Merche Chapí y la gente del GAT, que se ha ido consolidado en las otras visitas que he hecho para presentar en la isla distintos montajes», explicó el veterano maestro de escena a este periódico, añadiendo que «tengo mucho cariño a la isla, sobre todo a la que es creativa».
El curso se desarrollará durante tres fines de semanas; éste pasado, el que viene y un tercero en el mes de enero. «Utilizo el método Stanislawski, claro, pero revisado y actualizado por mí con otras variantes, porque ha pasado ya un siglo desde que se pusiera en marcha». «Yo no hago cambios en su sistema, sino que lo desarrollo aprovechando algunas variaciones del método que han ido surgiendo a lo largo del siglo, como el de Brecht y otros», precisó Rotenstein. «Para mí está claro que Stanislawski es el fundador de la ciencia de la interpretación, la raíz principal; los demás son como pequeños ríos que van a desembocar a ese mar central», añadió.
En cuanto al título del curso («El arte de vivir en el escenario»), el director reconoce que tiene implícita una contradicción en sus términos. «Sí, es título paradójico, porque la escena no es la vida. Se lo he puesto a propósito porque lo que busco es superar esa contradicción y hacer que la interpretación sea natural, viva».