Considerado uno de los grandes filósofos europeos del último siglo, Norberto Bobbio, falleció ayer en su Turín natal los 94 años de edad. Por su postura ética inquebrantable se ganó a pulso durante su dilatada vida el título de conciencia crítica de la izquierda italiana. Fue el oráculo al que periódicamente y, sobre todo, en los momentos más críticos de la historia reciente, se dirigieron los políticos progresistas en busca de consejo y orientación.
Desde su inquebrantable posición de laico y liberal-socialista, Bobbio fue ante todo un filósofo militante, un intelectual difícil de encasillar, un antifascista de primera hora y un educador civil, como le definió el ex primer ministro italiano Giovanni Spadolini. Tuvo siempre en su Turín natal el referente de su vida y de su vasta obra, difundida y apreciada en todo el mundo.
En la capital piamontesa nació el 18 de octubre de 1909 y allí estudió y se doctoró en Filosofía y Leyes, antes de emprender, en pleno apogeo del líder fascista Benito Mussolini, un peregrinaje por Italia como enseñante, que le llevó a frecuentar a varios grupos antifascistas y a fundar el movimiento Justicia y Libertad. Tras la II Guerra Mundial regresó a Turín, donde enseño Filosofía en la Universidad hasta 1979.
En su 80 cumpleaños, Bobbio dijo al repasar su vida: «Me siento un filósofo y no un político; durante toda mi vida me ha perseguido la duda de no estar a la altura de escribir y enseñar».