Más de 33.000 personas han visitado en una sola semana la exposición en Berlín del Museo de Arte Moderno de Nueva York, el MoMA, que ha trasladado 200 de sus cuadros a la Nueva Galería Nacional de la capital alemana mientras duran las obras de su central neoyorquina.
La avalancha de público ansioso por ver la colección del MoMA, sin salir de Europa y en el edificio de Mies van der Rohe, joya del movimiento Bauhaus, ha superado las previsiones de los propios organizadores.
En su primera semana, desde la apertura al público el pasado 20 de febrero, las largas colas en las taquillas se han convertido en el paisaje habitual en los alrededores del museo. Entre las 33.000 entradas hasta ahora vendidas, se encuentran 6.000 de los denominados «Tickets VIPS», que cuestan más del doble de los 10 euros que las corrientes y que permiten acceder al museo sin hacer colas, puesto que se reservan con antelación.
Uno de cada tres visitantes, aproximadamente, se ha comprado además un catálogo, ya que se ha vendido un total de 12.000 ejemplares, indicaron ayer fuentes del museo.