El nuevo convenio firmado el lunes entre los propietarios del Teatro Pereira y el Consell Insular, por el cual los primeros ceden a la institución su uso público con fines culturales, fue contestado ayer vivamente por el Grup Progressista del Consell y por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Eivissa.
Miquel Ramon, portavoz del Pacte en el Consell, destacó la importancia del caso, «pues se trata de una propiedad privada que para reformarla se utiliza una inversión pública de casi seis millones y medios de euros, más de mil millones de pesetas, es una auténtica vergüenza. Y, como siempre, la que sale beneficiada es la familia que rige los destinos de esta isla y que tan bien representada está en el Consell».
Una opinión compartida por la consellera progresista Patricia Abascal, quien añadió la irresponsabilidad asumida por el Consell al firmar un convenio «sin haber hecho antes el correspondiente estudio del estado del edificio para saber cuánto iba a costar su rehabilitación». Abascal apuntó también que «en la isla hacen falta muchas infraestructuras para gastar así tantísimo dinero. En Bienestar social sería más utilizado por los ciudadanos de la isla», precisó.
Por su parte, la teniente alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Lurdes Costa, comparó el hecho de que el Consell «ponga pegas» a su contribución en el Consorci Eivissa Patrimonio y «sean tan generosos con el Pereira. Este dineral se tendría que haber empleado en la compra del inmueble, no en rehabilitar una propiedad privada que, aunque los ciudadanos la puedan disfrutar durante 40 años, es un dinero a fondo perdido, como en un alquiler».
En cuanto a la posibilidad de que el edificio del Teatro Pereira sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC), como había apuntado tras la firma del primer convenio Abel Matutes Tur (portavoz de los propietarios), el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, informó ayer a este periódico que «está previsto iniciar el expediente. Es uno de los casos que prevé la Ley de Patrimonio». Y sobre la cláusula del primer convenio que establecía que la propiedad se reserva el uso del Teatro Pereira durante un máximo de 25 días al año en temporada alta, pudiendo incluso cederlo a terceros, Marí Tur apuntó que «no lo pone en el nuevo convenio, pero tengo que preguntar a los juristas si presupone todo lo incluido en el otro menos lo que hace al cambio de fechas».