Numerosos seguidores, amigos y familiares se dieron cita ayer en la Sala de Cultura de «Sa Nostra» para acudir a la inauguración de la exposición de Antoni Prats Calbet, que estará abierta al público hasta el próximo día 18.
Fiel a su estilo, aunque siempre evolucionando en su larga y fértil trayectoria, el veterano pintor ibicenco presenta en su cita regular de cada dos años con este espacio cultural de la calle Aragón alrededor de 40 cuadros en los que combina y alterna sus motivos de inspiración: figuras, paisajes, bodegones y abundantes marinas, uno de los temas más queridos por la rica paleta del artista.
Impresionismo de ejecución reposada, la obra de Prats Calbet recrea su visión de la isla más subjetiva que objetiva, atrapando en sus lienzos un mundo difícil de encontrar ya en la realidad de la Eivissa del siglo XXI. Una actitud selectiva pareja a la que practican otros dos pintores ibicencos de la vieja guardia, Vicent Ferrer Guasch y Antoni Pomar. Un trío que, como reconoció ayer Prats Calbet en la entrevista que le hizo este periódico, no tiene herederos que continúen su forma de ver, entender y expresar la pintura y su querencia por la isla. Epígonos, pues, de una Eivissa con fuerte carga nostálgica por un tiempo ya irrecuperable.
J. Herranz