La Comisión de Patrimonio decidió en su reunión de ayer aprobar la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de «monumento» para el Teatro Pereira. Con este trámite, y con la próxima ratificación en pleno por el Consell, el emblemático y polémico edificio de La Marina vuelve a recuperar la condición de BIC que adquirió en la anterior legislatura a propuesta del equipo de gobierno del Pacte, suspendida más tarde en la instancia del Tribunal Superior de Justicia de Balears, que aceptó el recurso impuesto por la familia Matutes, propietaria del inmueble.
Además, entre los puntos aprobados en el orden del día de la Comisión de Patrimonio, también destacan el misco reconocimiento de BIC para el Pont Vell de Santa Eulària; valoración que se le hace atendiendo a su valor arquitectónico y por su tradición mitólogica» en el imaginario popular de la isla, ya que en este puente concurren numerosas leyendas y superspiticiones que han pasado de generación a generación a lo largo de los siglos. Asimismo, fueron aprobadas la declaración de BIC para la casa payesa Can Lileta, situada en la carretera de Eivissa a Santa Eulària, y la liturgia de ses Caramelles de Nadal.
En relación con el Teatro Pereira, el conseller de Patrimoni se reunió ayer con el reconocido arquitecto catalán Lluís Dilme, uno de los responsables de la restauración del Liceo de Barcelona. «Se ha reunido conmigo tras visitar el Pereira con el arquitecto Luis Gascón, jefe de los servicios técnico. Hemos quedado que nos enviará un informe de cómo, a su criterio, podría quedar si lo restauramos de acuerdo con la segunda propuesta de teatro. Es que hemos descubierto con varios documentos que antes de su estado actual era un teatro de estilo'a la italiana', que en la segunda reforma se le dio la forma actual de herradura», explicó ayer a este periódico el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur.