La nómina de grupos en la onda pop-rock sigue renovándose en la isla, a pesar de los pocos locales que aceptan música en vivo. Bandas de vida más o menos efímeras, porque hace falta mucha ilusión y amor a la música para superar las adversidades que conlleva tener un grupo en Eivissa. Pero haberlos, haylos. Y merecen ser conocidos del personal. Como es el caso de 'I sex my cowen', formado por Jordi Jiménez (guitarra rítmica y voz), Juan Ernesto Almansa (teclados y coros), Àlvaro Vicente (bajo, batería y voz), David Pacheco (guitarra solista y voz) y José María Ribas (batería y voz). Los cinco en torno a los 25 años; todos cantan y entre todos se reparten la tarea de componer sus temas propios, que combinan con versiones.
De entrada, llama la atención la singularidad de su nombre, curiosamente bilingüe en cuanto a la fonética: «I sex my cowen = Ais secs mai couen». Un guiño humorístico que les ha traído suerte. De su trayectoria, explicaron a este periódico: «Pasamos tiempo dándole vueltas al tema, y con gente que ya no está; pero el grupo como tal se formó hace cuatro años, cuando compramos el equipo. Pero sobre todo, cuando entró Àlvaro, el bajista, que completó el círculo. Hasta entonces pasó mucha gente en torno a un proyecto que no acababa de cuajar», explicó uno de los ibicencos (la única voz distinguible en el cassette de fue la de Àlvaro, uruguayo: por el acento).
Precisamente, Àlvaro es quien tiene más historia musical detrás: «Soy de Punta del Este. Allí tocaba desde los 12 años en el grupo La Juguetería. Hacíamos una fusión de estilos, entre clásico y folklore, con instrumentos de viento y tal. Era interesante. Pero circunstancias de la vida me hicieron viajar y caer por aquí», apuntó.
I sex my cowen ha tocado «en casi todos los lugares que ofrecen música en vivo; que son pocos». Pero «siendo sinceros, la verdad es que hasta ahora nos movemos mucho con las amistades. Se va oyendo hablar de nosotros, pero el boca a boca es lento, y no nos hemos preocupado mucho de darnos a conocer», explicó una de las voces del grupo.
Su método de composición de temas propios, que alternan con versiones ( Ramones, Jimi Hendrix, Pixies, U2 , Pink Floyd y Buitres, grupo uruguayo «que aportó Àlvaro) es así: «Alguien empieza a tocar, otro le sigue, nos vamos sumando todos y al final sale algo. En cuanto a los textos, a veces improvisamos y luego se va puliendo. Otras veces es Ribas el que las escribe, porque tiene un vocabulario muy rico».
Y de nuevo Àlvaro aporta su opinión: «Estamos pasando por una etapa que miramos más los directos que la parte de composición, de taller. Creo que deberíamos enfocar más este lado, porque ya hemos roto el hielo en la relación con el público y lo vamos controlando». Opinión que es replicada por otros en el animado y espontáneo encuentro que les ofreció esta casa. Y que sigan hablando; ayuda mucho.
Como todos los grupos de Eivissa, I sex my cowen también sueña con ese circuito de locales para tocar en directo, que en alguna que otra ocasión ha prometido promover la asociación Sargantana, y hasta algún que otro político, mayormente en temporada electoral, claro.
De momento, y hasta que llegue a cuajar tan necesaria iniciativa, los grupos se muestran agradecidos a los sitios que les acogen. «En el bar demiedo hemos tocado tres veces este año; y en otros bares pequeños, pero hay más bien pocos», apuntó uno.
Quedan las fiestas patronales y otros eventos subvencionados por las instituciones locales e insulares. Por si alguna se da por aludida y quiere mojarse algo más, Àlvaro Vicente suelta otra idea. «Se podrían organizar festivales por la tarde; por ejemplo en el recinto ferial los fines de semana. No siempre hay que tocar sólo en bares de copas. Parece que hay ganas de unirse entre los grupos de la isla y organizar actividades. A ver si van cuajando, y todos saldríamos ganando». Dicho queda.