El centro cultural de Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas del próximo viernes 24 la representación del musical «Paradís», basado en la obra teatral «Civilizats, tanmateix» (1921), de Carles Soldevilla . Estrenada el pasado otoño en el Festival Temporada Alta de Girona, los responsable del montaje son Jordi Galceran (textos), Esteve Miralles (letras de las canciones) y Albert Guinovart (música); con un elenco artístico formado por Àngels Gonyalons, Mercè Martínez, Pep Anton Muñoz y Xavi Mira; más los músicos Sergi Cuenca (piano), Edurne Vila (violín), Francesc Puig (clarinete) y Guillermo Prats (contrabajo).
Según han explicado los responsables de la adaptación, «Civilizats, tanmateix» pasó por unos curiosos avatares. Originalmente era una pieza breve de unos 20 minutos de duración. Durante el exilio de Soldevilla en Francia fue conocida y plagiada por el autor francés André Roussin; años después Hollywood se intereso por la obra y compró los derechos de autor al plagiado, y en 1957 se rodó la película, titulada «The little hut» (La Cabaña) e interpretada por Ava Gardner, Stewart Granger y David Niven. Eso sí, sin reconocer nunca la paternidad de Carles Soldevila sobre la historia.
«Civilizats, tanmateix», reconvertida ahora en el musical «Paradís» es un buen ejemplo de lo que los catalanes califican de «alta comedia». Su argumento es sencillo: un matrimonio y el amante de la mujer naufragan en una isla desierta. El amante, ante la nueva situación del triángulo y teniendo en cuenta la posibilidad de que los encuentren, propone al marido (siempre con elegancia, eso sí), fundar una nueva sociedad con unas nuevas reglas y, de esta forma, compartir la mujer. Cuando la propuesta es trasladada a la esposa, su indignación es absoluta y, naturalmente, se niega en redondo. Pero, finalmente, la cosa se arregla manteniendo como antes la relación con los dos hombres, pero en secreto, lo único que aún les liga a los tres con la «civilización».
Los responsables de la adaptación han afirmado que «es una obra absolutamente deliciosa, a la vez ingenua y plena de maldad. Desde que la conocimos (debe hacer ya unos 20 años), se nos metió en la cabeza de hacer algo con ella. Nosotros no somos como aquel francés plagiador y siempre pensamos que había que respetar al máximo el original, pero también hacer crecer la obra lo suficiente para que tuviese una duración comercial aceptable. La respuesta fue este musical».