JULIO HERRANZ
El próximo mes de julio abrirá al público el Hotel Mirador de Dalt Vila, un establecimiento de cinco estrellas ubicado en la Casa Fajarnés Cardona, justo frente al Ayuntamiento de Eivissa. Un edificio diseñado en 1904 por el arquitecto Àngel Teresa Marquina y construido por Mestre Beta en un estilo de gusto clasicista, que años después se extendería extramuros, configurando entre 1912 y 1915 el ensanche de Vara de Rey. «Las obras empezaron hace ya dos años; por la complejidad de hacer una rehabilitación en Dalt Vila, que ocasiona muchos problemas. Al ser un casco histórico-artístico tienes que ser muy cuidadoso y estás muy limitado en el trabajo. Es todo un reto rehabilitar en Dalt Vila», explicó a este periódico el diseñador Joan Ribas, de la empresa Vivenda, responsable de la restauración y adaptación de la emblemática casona.
En cualquier caso, parece que el esfuerzo ha merecido la pena; «pues lo que busca la propiedad es contribuir a que el conjunto de Dalt Vila (Patrimonio de la Humanidad) tenga vida durante todo el año y que no acabe siendo una ciudad museo. Por lo que animamos a cualquier particular para que esta zona sea mejor de lo que había sido antes, una ciudad muy interesante y viva, con comercios y gente viviendo todo el año. En cambio, ahora parece una ciudad elitista que sólo se utiliza en vacaciones y para dormir», precisó el diseñador ibicenco.