JULIO HERRANZ
Con casi todas las entradas vendidas (ayer) Can Ventosa acogerá a las 21,30 horas de hoy sábado Una noche con Gabino, un singular espectáculo de Gabino Diego dirigido por Gina Piccirilli, que llega a Eivissa tras casi seis años en escena y avalado por el premio Fotogramas de Plata y el aplauso de la crítica y el público. Escrita por el popular actor, la obra «cuenta la historia de un personaje, yo mismo, en el que el 60 por ciento es verdad y el 40 por ciento ficción», apuntó ayer en Can Ventosa el actor, añadiendo que «la obra se ha ido modificando a lo largo del tiempo hasta llegar a un punto que ya considero madura; aunque siempre incorporo algún personaje y cosas al hilo de la actualidad».
Será la primera vez que Gabino Diego actúe en Eivissa, aunque ya conoce la isla. «He estado dos veces en los cursos de clown que imparte Eric de Bont. Me han servido mucho; es todo un maestro preparando clowns, que son personajes que consiguen su éxito fracasando», afirmó el versátil actor, que hasta canta en Una noche con Gabino. Una historia con muchos personajes públicos (la mayoría reconocibles). «Aunque, como me dijo Ariadna Gil, el único que falta es el personaje de Gabino; que es un personaje simpático, patoso y tierno; más bien tragicómico», precisó Diego, recordando a modo de ejemplo algunas de las películas en las que ha intervenido, desde que debutó en el cine en Las bicicletas son para el verano: ¡Ay! Carmela, Belle Epoque, El viaje a ninguna parte, El rey pasmado, Too Much... Recordando, como experiencia dura pero apasionante El viaje a ninguna parte; por lo exigente que era con él su director, Fernando Fernán Gómez. «Me daba mucha caña para sacarme lo mejor que podía dar; pero también me felicitaba cuando creía que lo merecía», reconoció, agradecido, el actor, valorando al maestro como «un personaje muy grande e irrepetible».
Gabino Diego reconoció que viene «antes del teatro que del cine, que es dificilísimo, porque tienes que atender a muchas cosas ajenas a la actuación en sí». Afirmó que desde hace unos años «el cone está muy mal, pues la piratería le está haciendo muchísimo daño. Por eso muchos actores prefieren hacer teatro o series de televisión». Y en el teatro seguirá. A partir de agosto, aparcando su exitosa Una noche con Gabino, para trabajar en el montaje en catellano de una obra de teatro sobre la película de Hitichcock 39 escalones, que está triunfando en Londres, donde ha recibido dos Premios Tony's.
Un nuevo reto para un actor todo terreno que ha llegado a los 40 años sin perder el aire de buena persona y una reconocida honestidad profesional.