La casa de una amiga de la familia, en Jesús, acogió ayer la despedida de Pepe Tauste, el polifacético creador granadino fallecido el pasado día 4 en su domicilio de Eivissa a los 64 años de edad como consecuencia de un tumor cerebral. Una ceremonia ajena a los ritos tradicionales religiosos, siguiendo la expresa voluntad del finado, y con sus cenizas como centro de gravedad del sentimiento de dolor que expresaron a su mujer y a su hija los muchos amigos que Tauste tenía en Eivissa, donde vivió gran parte de su creativa biografía.
El 'funeral laico' tuvo dos partes diferenciadas. En la primera, los allegados ofrecieron el pésame a los familiares más próximos al artista andaluz, mientras que la segunda estuvo centrada más en el arte, con la proyección de algunos trabajos de Tauste dedicados al cine, arte por el que sentía verdadera pasión y de la que dio numerosas pruebas públicas, así como aportaciones artísticas de varios géneros por parte de sus amigos.