R.C.
Con todo el papel vendido y un público entregado regresó ayer el Ballet de Moscú al escenario de Can Ventosa para presentar su montaje del ballet Giselle, una producción con música de Adolphe Adam y coreografía de Jean Corelli y Jules Perrot. Estrenada en París en 1841, Giselle constituye una de las más populares joyas del ballet romántico; una pieza fundamental de la danza clásica, tanto por el tratamiento de los ideales románticos como por el empleo de la más refinada técnica teatral del siglo XIX. Al frente del Ballet de Moscú se encuentra Timur Fayziev, fundador de la compañía en 1989, cuando aún bailaba como solista en la compañía.