«Se trata de una exposición retrospectiva, ya que acoge obras desde el año 2000 hasta 2010, en la que he querido mostrar, sobre todo, la evolución de una etapa determinada. Diez años es suficiente para ver, no unos grandes cambios, pero sí el progreso en cuanto a la composición y los colores patente en la muestra». De esta manera define el propio pintor lo que es Carles Guasch: Obres 2000-2010.
Las 68 obras que componen esta exposición están organizadas cronológicamente. «Pienso que mi evolución ha sido hacia composiciones más lumínicas y líricas, quizá ese sea el cambio más importante», reconoce el autor, quien añade que, está trabajando dentro del mismo campo a la hora de componer, que serían la de elementos cromáticos formando una composición determinada. «Es lo que siempre he hecho y el campo en el que me muevo», asiente Guasch.
Para el pintor la abstracción es la sensación del momento por lo que asegura que no se programa gran cosa, «sino que te pones a trabajar y según el instante estás componiendo algo. Es producto del momento, cada momento es único e irrepetible y una obra tampoco se repite».
Fiel al óleo
En cuanto a la técnica, «siempre he sido muy clásico», asiente el pintor ibicenco que se mueve en el óleo sobre tela o sobre cartón o papel, «pero no me aparto de la técnica del óleo. Me encuentro muy cómodo y pienso que cuando controlas una manera de trabajar, te encuentras a gusto. Yo prefiero experimentar más en la obra en sí que en la técnica», confiesa.
El autor se siente incapaz de destacar alguna de las obras de su exposicion por encima de las demás, «es como si le preguntas a un padre a cuál de sus hijos quiere más», responde. «Para mí, cada obra supone un momento determinado de la vida en la que has plasmado algo y todos son importantes», añade. Sin embargo para Carles Guasch, sí que puede haber preferencias desde la óptica de un observador, y como tal, siempre está satisfecho de lo último que está haciendo, «quizás porque es lo más parecido a cómo somos en el momento, ocurre como en las fotografías en la que uno se ve mejor en las más recientes. La vida es un camino de cambios» sentencia.
Guasch destaca la intervención de la catedrática de lengua y literatura, Helena Alvarado, en el catálogo de la exposición. «Se nota que Helena siente el arte desde muy cerca y como poeta se ha aproximado a los artistas. Es una persona que tiene una sensibilidad especial para las artes plásticas», afirma el pintor.
Para Carles Guasch la creación aporta satisfacción cuando supone un logro. El autor reconoce que es muy autocrítico, «por lo que a veces hay una decepción, sobre todo cuando estás intentando plasmar algo que no consigues». Guasch explica que en ocasiones visionas algo en la imaginación, «tienes una composición maravillosa, pero plasmarla es más complicado». El pintor sentencia que «siempre tiene que haber ese afán de superación que es lo que realmente mantiene alerta al artista».
La exposición se inaugurá esta tarde, a las 20 horas, en el Centro Sociocultural s'Alamera de Eivissa y se podrá visitar hasta el próximo 2 de mayo. Al acto acudirá el conseller del Política Educativa i Cultura, Marià Torres.
En cuanto a la inauguración, el pintor señaló que «cuando se organiza una exposición de estas características se espera que acuda mucho público a visitarla porque la satisfacción del artista consiste en poder compartir su trabajo con la gente que acude a ver la muestra».