El cineasta italiano Mario Monicelli se suicidó hoy, a los 95 años, lanzándose desde el quinto piso del Hospital San Juan de Roma, donde permanecía ingresado aquejado de un cáncer de próstata en fase terminal, según informaron fuentes del centro médico.
El cadáver de Monicelli (Viareggio, 1915) fue encontrado cerca de la entrada de urgencias del hospital, en el que el cineasta, considerado uno de los maestros de la comedia italiana, permanecía ingresado desde ayer en la planta de Urología.
Unos trabajadores del Hospital San Juan de Roma fueron los que encontraron el cadáver de Monicelli, cuyo padre, Tomaso, conocido escritor y periodista, también se quitó la vida en 1946.
Según las primeras reconstrucciones de lo sucedido facilitadas por los médicos del hospital, el cineasta aprovechó que se había quedado solo en su habitación tras someterse a una terapia por su enfermedad para saltar desde la ventana.
Poco después de conocerse la noticia acudieron al San Juan de Roma algunos familiares y amigos de Monicelli, quien, según informan los medios italianos, no ha dejado ninguna carta de despedida en su habitación del centro médico.
También acudió la presidenta de la región del Lacio (cuya capital es Roma), Renata Polverini, se dirigió hasta el hospital, donde manifestó el «profundo dolor» que le producía la «trágica muerte» del cineasta.
«Monicelli deja un gran vacío. Perdemos a un extraordinario director, autor de inolvidables filmes de la comedia a la italiana. Su suicidio nos deja a todos atónitos. A su familia transmito mis profundas condolencias y las de la región del Lacio», comentó a los medios de comunicación italianos Polverini.
Por su parte, el productor cinematográfico Aurelio de Laurentiis, quien trabajó junto a Monicelli en multitud de ocasiones, expresó a los medios italianos su sorpresa por la noticia, aunque afirmó que, conociendo el carácter del cineasta, puede llegar a entender el gesto.
«Yo, que lo conocía profundamente y sabía de su gran dignidad y de su deseo de ser siempre independiente y autónomo, puedo entender este gesto. Ultimamente había perdido también la vista, pero hasta el último momento había sido capaz de andar perfectamente. En definitiva, una persona sana que no toleraba la idea de poder depender de nadie», comentó De Laurentiis.
Monicelli había trabajado con destacados protagonistas del cine italiano como Alberto Sordi, Toto, Vittorio de Sica, Sofía Loren, Marcello Mastroianni, Vittorio Gassman y Ornella Muti, entre otros.
Entre sus filmes figuran «I soliti ignoti» (1958), considerada la primera película del estilo de la comedia a la italiana, y «La grande guerra» (1959), León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia.