El actor Eric Geynes abandonó su Toulousse natal junto a su pareja para buscar fortuna en Londres. Tras su separación, Geynes decidió probar suerte como actor, acudiendo a clases de teatro y cumpliendo así un sueño de juventud. Tras participar en producciones como Furia de Titanes o Más allá de la vida y con la película Coulda, Woulda, Shoulda en pre-producción, el francés se adentró hace dos años en el terreno de la dirección y la producción con el corto Unspoken (No hablado), cuyo guión también ha escrito y que se estrena hoy en Europa, a las 22 horas en el baluard de Sant Pere (Dalt Vila) dentro de la octava edición del Festival del Mar. Tras dos años «en los cajones», tal y como asegura Geynes, la cinta ha sido por fin editada gracias «a deberle dinero a muchos amigos», bromeaba ayer el director.
-¿Cómo surgió la idea de rodar este cortometraje?
-Tenía una idea en la cabeza. La escribí y no sabía qué hacer con ella. Tenía a varios actores en mente así que, les presenté el proyecto y hablamos de ello. Me puse en contacto con una amiga de la escuela de arte dramático, que también dirige y me ayudó en esa faceta. La productora, como no teníamos presupuesto, consiguió un trabajo dos días antes de comenzar el rodaje y tuve que hacerme cargo de esa faceta. Han pasado dos años hasta que hemos conseguido arreglar algunos problemas técnicos y hemos podido editarlo finalmente.
-¿Qué le ocurre a los personajes de 'Unspoken' (No hablado)?
-Mi idea principal era contar la historia de una pareja en la que el marido, pese a estar profundamente enamorado de su chica, no puede evitar serle infiel. Se titula Unspoken porque trata de todo lo que no somos capaces de expresar. De hecho, los diálogos van desapareciendo de manera progresiva a medida que avanza la película.
-¿Es su primer trabajo como guionista?
-Soy muy humilde respecto a este proyecto y no tenía ninguna gran aspiración. De hecho, no me considero guionista. Cuando comencé tenía claro que quería darle mucha libertad a los actores y a la co-directora. Es un trabajo maravilloso y creo que, con el tiempo, me gustaría dirigir más. Ahora mismo estoy trabajando en otro cortometraje, en francés esta vez. Es un proyecto con Gabriel Gauchet, cuyo trabajo me fascina. Ya tengo escrito el séptimo borrador.
-¿El séptimo? Debe ser usted muy perfeccionista...
-Lo soy (risas). Y me temo que habrá más borradores aún. Lo que tengo claro es que no quiero producir. Podría combinar dos facetas entre mi trabajo como actor, director y guionista. Pero nunca repetiré los tres. Más presupuesto tampoco estaría mal (risas).
-Era nadador profesional antes de mudarse a Londres, ¿cuándo decidió abandonar esa faceta y decantarse por la interpretación?
-Rompí con mi ex dos meses después de mudarnos a Londres. No conocía a nadie allí y pensaba que me volvería loco. Comencé a actuar y a recibir clases para probar, porque era una ilusión que siempre había tenido. Empecé por casualidad y ahora no me veo haciendo otra cosa. A pesar de todo, veo muchos paralelismos entre la natación y el arte dramático.
-¿Como cuáles?
-Era muy perfeccionista como nadador. Mi entrenador siempre me decía que no había ningún artificio a la hora de nadar, que lo que importaba era el tiempo. A pesar de eso, siempre me esforzaba por hacer las brazadas perfectamente. Ambos oficios requieren concentración. Pero, mientras que en la natación tienes que mantenerte fuerte, actuar significa dejarse llevar y tener paciencia para profundizar en diferentes emociones.
-¿Cómo recuerda su experiencia en 'Furia de Titanes' y 'Más allá de la vida'?
-Acababa de salir de la escuela de arte dramático y no me lo pensé cuando me ofrecieron la posibilidad de participar en ellas. También tuve que hacer un poco de especialista. Aún recuerdo que en tres semanas rodamos el equivalente a dos minutos de película. Fue divertido a la par que peligroso, duro y caluroso, a pesar de que rodamos en Londres.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos como actor?
-Estoy ensayando para una performance con la actriz de Unspoken en la estación internacional de Saint Pancras. Es sobre la soledad en un lugar público. En octubre comenzaré a ensayar Drácula, en inglés, que saldrá de gira por Francia. También estoy escribiendo una obra de teatro así que, hay que ir poco a poco.