Sin necesidad de que aparezca sobre el escenario un vampiro de largos colmillos, la compañía L'Increat Teatre revisa el terrorífico mito con su último montaje, Vampirs, que se estrena mañana a las 21 horas en el teatro de Cas Serres. La obra, basada en un texto original de Vicent Tur, quien también asume las funciones de director, ha supuesto un reto para el grupo, ya que el género de terror, tan habitual en cine y literatura, ha sido muy poco explotado en el teatro. «Hacía mucho tiempo que le dábamos vueltas a hacer algo de terror porque, además, lo fantástico y el mito del vampiro resultan muy útiles para hablar de la realidad», explica el director, quien hoy dará por concluidos los ensayos antes del estreno.
El montaje se construye a través de cuatro historias que mantienen la figura y el mito del vampiro como eje central, «pero sin necesidad de que salgan vampiros ni de que haya efectos especiales», avisa Vicent Tur. Aunque sí habrá suspense, puede que incluso algún que otro susto, y tampoco faltará el sentido del humor. En Vampirs, que no se puede considerar una obra de terror aunque sí toma la estética del género, el vampiro puede verse representado por un banquero sin escrúpulos que vende acciones a un jubilado o por una actriz que es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir el papel anhelado. La idea de que estas criaturas se alimentan de la esencia vital de los vivos, sin que ésta sea necesariamente la sangre, es la base de un texto que aprovecha para criticar algunos aspectos la realidad, «convirtiéndose en un cruce entre el teatro social y una obra de suspense».
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