Un esqueleto. Una estructura abandonada casi al pie del mar en Sant Antoni como punto de partida hacia la «exploración de las utopías inacabadas que propició el boom turístico». El esqueleto es el de la discoteca Idea, la exploración corresponde a la artista Irene de Andrés y quienes definen la instalación son Fernando Gómez de la Cuesta y Pau Waelder, comisarios de (HIPER)vincles, un ciclo de cuatro exposiciones concebidas para la Zona Base del Casal Solleric de Palma y que la ibicenca cerrará a partir de este jueves con Idea. Donde nada ocurre.
En su instalación, De Andrés emplea fotografías, noticias de prensa y objetos simbólicos para narrar la historia de un edificio que, después de no conseguir convertirse en una nueva discoteca, quedó abandonado en la avenida Dr. Fleming de Sant Antoni durante casi cinco lustros, hasta el año 2011, cuando el Ayuntamiento logró el permiso para demoler la estructura, convirtiendo el solar en un aparcamiento.
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