«Han pasado 42 años y estoy de nuevo en Eivissa, con un director ibicenco del Museu d'Art Contemporani de Barcelona, en un Museu d'Art Contemporani d'Eivissa acabado para hacer una reflexión retrospectiva de lo que empezamos en Barcelona y Eivissa en 1971. Es una experiencia que me enriquece». Así se expresaba ayer Daniel Giralt-Miracle durante la presentación de la exposición La utopia és possible, que se inaugurará esta tarde a las 20,00 horas y en la que se recupera la celebración en 1971 del VII congreso del Intenational Council of Societies of Industrial Design (ICSID) en la Isla.
Giralt-Miracle figura como comisario, junto a Teresa Grandas, de esta exposición producida por el Macba, pero también fue el secretario de organización de aquel congreso. Ayer, en las dependencias del Mace, Giralt-Miracle presentó la muestra junto a Grandas; el director del Macba, Bartomeu Marí; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Vila, Lina Sansano, y la directora del Mace, Elena Ruiz.
La exposición documenta un acontecimiento que se desarrolló a lo largo de solo tres días, pero que tuvo un importante impacto, tal y como relató Marí. «Cuando estudiamos el arte de los setenta, casi todos sus protagonistas nos hablaban del congreso del ICSID de 1971. Durante muchos años hemos oído hablar de lo que pasó en Sant Miquel. Rascando un poco descubrimos que en el Macba teníamos unas películas de Josep Ponsatí con esa pieza hinchable; al repasar la historia de los catalanes de París encontramos un acontecimientos en Eivissa en 1971, y también lo encontramos cuando miramos la obra de Muntadas. Llegó un momento en el que decidimos tomárnoslo en serio y estudiarlo como tocaba».
Para ello tuvieron la suerte de contar con «un gran cómplice del Macba, y también su primer director», dijo Marí en referencia a Giralt-Miracle, y con «las horas de esfuerzo y dedicación de Granda se pudo reconstruir la historia de unos acontecimientos que tuvieron grandes consecuencias, muchas de ellas aún no conocidas».