En el mismo bar del centro de Madrid en el que celebraron el Goya conquistado el año pasado, Esteban Crespo y su equipo festejaron hoy, entre abrazos y botes de alegría, la nominación al Óscar por su corto «Aquel no era yo», que trata la historia de un niño soldado africano.
Con un ordenador con internet y refrescando cada minuto han seguido la ceremonia de Hollywood, hasta que de pronto alguien ha dicho que estaban en la lista: «La sensación ha sido de locura contagiosa, nos hemos puesto a dar botes y a abrazarnos, es un momento muy bonito», dijo el guionista y director madrileño, que será el único representante español en los Óscar.
Protagonizado por Alejandra Lorente, Gustavo Salmerón y Babou Cham, entre otros, el corto se desarrolla en un lugar indeterminado de África, pero en realidad fue rodado en Escalona (Toledo).
«Lo conseguimos con un equipo de arte que hizo un trabajo maravilloso y luego metimos digitalmente palmeras y demás», explicó Crespo, que ha conquistado a los académicos con esta historia de denuncia y redención.
«Lo bueno es que lo han visto en pantalla grande y así impresiona, agarra al espectador y le lleva en crescendo hasta el final», señaló.
«También es un corto muy apropiado para el mundo Óscar por su temática, espectacularidad -con explosiones, tiroteos y persecuciones incluidas- e incluso la redención final, que es muy americana», aventuró.
Crespo aún no ha podido pararse a pensar en cómo y con quien irá a la ceremonia de entrega de los Óscar, que se celebrará el 2 de marzo en el Teatro Dolby de Hollywood.
«No he pensado nada, hasta ahora no me lo he permitido y ahora no tengo tiempo ni cabeza; primero tengo que asimilar que voy a estar ahí, en la alfombra roja, sólo de pensarlo me pongo nervioso», confesó.
La noticia le ha pillado en un momento en que preparaba su salto al largometraje. «Tengo tres proyectos, una comedia y dos thrillers, y lo estamos moviendo entre productoras a ver qué pasa. Espero que esta nominación le de un empujón», expresó.
Aunque de momento y de inmediato, todo lo que no tenga que ver con el Óscar queda aparcado. «Estoy como paralizado, tengo la sensación de que mi vida cambia, porque el próximo mes y medio ya no voy a poder hacer casi nada».
Además de la satisfacción personal, Crespo ha expresado su alegría por las organizaciones no gubernamentales que luchan para denunciar la utilización de niños soldado -se calcula que puede haber más de 250.000 en todo el mundo- y que han apoyado su corto, que dura algo más de 20 minutos.
«Ya el Goya -conseguido en 2013- les sirvió para dar un empujón, así que imagínate, el Óscar mucho más. Estoy contentísimo de contribuir a poner sobre la palestra este problema, que es actual aunque parezca que nos queda lejos».
«Aquel no era yo» tiene como rivales por el Óscar a «Just Before Losing Everything», «Helium», «Do I Have To Take Care of Everything?» y «The Vooman Problem».