El Rey ha alabado este viernes el talento «genial e inconfundible» del cineasta estadounidense Francis Ford Coppola, Premio Princesa de las Artes 2015, y su capacidad para «reinterpretar y renovar, cada vez con más sabiduría y eficacia, las muestras de las pasiones humanas».
En su discurso durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2015, don Felipe ha puesto en valor la «vasta y magnífica producción cinematográfica» de Coppola, de la que ha mencionado títulos tan reconocidos como «El Padrino» o «Apocalyse Now».
«La corrupción, el poder, la envidia, la crueldad, la hipocresía, el miedo, la cobardía, pero también el amor, la amistad, la ternura o la lealtad, se transforman ante los ojos del espectador en delicados y complejísimos tapices -a menudo más grandes que la vida- que no solo impactan estéticamente, sino que también son capaces de purificar las emociones», ha expuesto el monarca.
En defensa de la unidad
Felipe VI ha invitado a los españoles a «seguir construyendo España» y a alejarnos de todo «lo que nos separa y debilita». El monarca ha ha apelado a la «defensa de la legalidad y de los principios constitucionales» como «la garantía de los derechos y libertades de todos los ciudadanos».
Citando a George Steiner, premio de Comunicación y Humanidades del 2001, Felipe VI ha señalado que dado que «en este planeta somos tan solo invitados de la vida», como tales, debemos mostrar «nuestro respeto, por encima de todo, a los seres humanos, a sus derechos y a su dignidad».
Al hilo de esta cita, ha pedido reflexionar y valorar «con sinceridad y honestidad lo que los españoles hemos construido juntos, que nos une y nos fortalece». «Alejemos lo que nos separa y nos debilita; y apartémonos, especialmente, de todo lo que pretenda señalar, diferenciar o rechazar al otro», ha afirmado.
El Rey ha señalado que cuando se levantan «muros emocionales» o «se promueven divisiones», algo «muy profundo» se quiebra «en nosotros mismos, en nuestro propio ser, en nuestros corazones».
«Que nadie construya muros con los sentimientos. Las divisiones nunca hacen grande a un pueblo; solo lo empobrecen y lo aíslan», ha incidido para a continuación pedir que se eviten las «fracturas sociales que tanto daño hacen a las conciencias de las personas, a los afectos, a la amistad y a las familias, a las relaciones entre los ciudadanos».
Así, ha apelado a la «defensa de la legalidad y de los principios constitucionales» como «la garantía de los derechos y libertades de todos los ciudadanos». Ha añadido que «los españoles debemos preservar esa convivencia que fortalece y enriquece nuestra vida colectiva».
Resto de premios
En su alocución, también ha hecho una semblanza del resto de personalidades e instituciones distinguidas con los otros siete galardones de la XXXV edición de los Premios Princesa de Asturias.
De la economista francesa Esther Duflo, Premio de Ciencias Sociales, ha destacado que «lleva años empeñada en la noble tarea» de encontrar métodos eficaces para luchar contra la pobreza extrema, y también en la de explicar por qué fracasan muchas de las iniciativas que se adoptan en este terreno.
Los trabajos de Duflo, ha añadido, abogan por cambiar las políticas con las que logra» esos objetivos y también reflejan que «existe un impulso natural en los seres humanos para aliviar el sufrimiento de los demás; y que tenemos, por tanto, la obligación moral de seguir creyendo que sí es posible esa transformación».
Para referirse a lo que el filósofo español Emilio Lledó, Premio de Comunicación y Humanidades, sugiere como necesario «en el camino hacia la vida ética, trascendente y digna», el Rey ha citado a Jovellanos: «Lo que importa es perfeccionar la educación y mejorar la instrucción pública (...) una nación nada necesita sino el derecho de juntarse y hablar. Si es instruida, su libertad puede ganar siempre; perder, nunca».
«Para Emilio Lledó, España no solo necesita sino que merece que quienes tienen la responsabilidad de velar por la educación, se entreguen con la mayor plenitud a esa tarea», ha dicho don Felipe, quien ha afirmado que «una instrucción sólida y profunda es esencial para consolidar una sociedad libre, segura de sí misma, justa, confiada y, en definitiva, feliz».
De las bioquímicas e investigadoras del genoma humano Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, Premio de Investigación Científica y Técnica, el Rey ha destacado que han desarrollado una tecnología «revolucionaria» que permite modificar genes con gran precisión, con «un gran potencial de curar enfermedades genéticas».
A este respecto, ha subrayado que en el ámbito de la génica «es fundamental la colaboración, el trabajo coordinado de los diferentes equipos y también la firme voluntad de utilizar los descubrimientos e inventos en beneficio de la sociedad», a la vez que ha abogado por mejorar «los mecanismos de apoyo y financiación a la ciencia» y un «respaldo comprometido de la sociedad» a los científicos.
De los ausentes Pau y Marc Gasol, Premio Príncipe de los Deportes y «dos grandes en el baloncesto mundial», ha alabado «el talento, el compromiso y el sacrificio con los que han alcanzado sus altos méritos deportivos», así como su convicción de que «tan importante como formarse como deportistas totales es hacerlo trabajando en equipo y demostrando continuamente las muchas virtudes que hacen brillar y destacar a un deportista».
A continuación, el Rey se ha referido al cubano Leonardo Padura, Premio de las Letras, como «uno de los escritores más destacados de su generación», con «una obra en la que La Habana, sus barrios, sus gentes, su historia, se reúnen de manera sugerente».
«Todas sus obras le sirven para hablarnos de la desilusión, del fracaso, del desencanto, de la corrupción y, al mismo tiempo, de la belleza y la serenidad de los días felices en los que flotaban en el ambiente la alegría y la ilusión. Con ritmo pausado, con una suave cadencia contagiada por la luz, los sonidos, las calles y los colores de La Habana, Leonardo Padura construye un mundo hecho de contrastes en el que triunfan la palabra, la literatura y la verdad».
Sobre la enciclopedia libre Wikipedia, Premio de Cooperación Internacional, ha destacado su intención de «poner la cultura al alcance del mayor número posible de personas con una clara voluntad de extender el conocimiento, de generalizar y hacer accesible el saber», todo ello de forma «neutral» y con un contenido libre.
«Premiamos una idea brillante y generosa, una forma de trabajar que es símbolo universal de trabajo en equipo; premiamos una enciclopedia que va mucho más allá de la mera acumulación de datos, pues se rige por principios que buscan hacerla fiable, útil y cómoda», ha resaltado.
Por último, se ha referido a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Premio de la Concordia, de cuyos integrantes se ha referido como «un verdadero orgullo para España» por su «tarea ejemplar» y su «labor humilde y grande al mismo tiempo».
«Los Hospitalarios, que conocen muy de cerca el dolor humano, desempeñan una labor abnegada, pero inherente a su razón de ser, a su fe, a su sentido del deber. Por eso, además, su ejemplo, su ejemplo sublime de compasión y caridad, de generosidad y alegría, es una llamada de alerta constante para todos nosotros», ha valorado.