La mítica sala de fiestas madrileña, Joy Eslava, tiene sus días contados. Según publican algunos medios nacionales, el empresario Pedro Trapote, propietario de la sala, la ha puesto a la venta para transformarla en una gran tienda de ropa.
Promovido por el empresario Bonifacio Eslava, sobrino del músico Hilarión Eslava, el edificio original, se componía de un pequeño salón, con el nombre de Salón Eslava y capacidad para un millar de espectadores. Llegó a ser muy popular como plataforma de las diversas facetas del teatro popular y estrenó autores como Gala, Lorca o Valle Inclán.
Adquirido el local por el empresario Pedro Trapote, la discoteca se inauguró la noche del 24 de febrero de 1981, el día siguiente al Golpe de Estado perpetrado en el Congreso de los Diputados. Pronto se convertiría en uno de los lugares de ocio de referencia en Madrid. Durante la década de 1980 fue lugar de concentración de personajes de la llamada Movida madrileña.
Joy Eslava ha seguido albergando conciertos, fiestas y eventos sociales diversos.