Los restos del poeta Pablo Neruda volverán el próximo martes a su casa de Isla Negra, en el litoral central de Chile, donde está su tumba, tras la exhumación de su cuerpo en 2013 a raíz de una denuncia que sostenía que el Nobel de Literatura falleció por envenenamiento, informó este miércoles su fundación.
El poeta murió en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe militar que encabezó Augusto Pinochet para derrocar el gobierno de Salvador Allende, aparentemente a causa de un cáncer de próstata que padecía, versión que fue aceptada por sus familiares y cercanos.
El 2011, el Partido Comunista chileno presentó una denuncia para que se investigara la muerte del poeta, basada en las declaraciones de Manuel Araya, un antiguo chófer del escritor, quien sostuvo que Neruda había sido envenenado.
El cuerpo del autor de «Confieso que he vivido», su autobiografía póstuma, fue exhumado el 8 de abril de 2013, pericias que descartaron en primera instancia la intervención de terceros en su muerte.
Pese a los primeros resultados, el juez especial a cargo de la investigación, Mario Carroza, mantuvo la causa abierta por considerar que los resultados no eran concluyentes, y ordenó nuevos exámenes.
Dos laboratorios, uno en Canadá y otro en Dinamarca, iniciaron en febrero pasado una serie de peritajes tras la difusión de un informe que publicó el diario español El País, que afirmó que es «altamente probable» que Neruda hubiera sido asesinado.
Familiares del autor de «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» han afirmado que al poeta se le inyectó, durante su ingreso en una la clínica, la bacteria «estafilococo dorado», un microorganismo altamente agresivo y resistente a la penicilina, que aceleró su muerte.
Esta bacteria es uno de los químicos que se ocupó en la dictadura militar de Pinochet (1973-1990) para eliminar opositores.
Sin una claridad total de las causas de la muerte de Neruda, sus restos serán devueltos a Isla Negra, un pueblo a unos 120 kilómetros de Santiago, el próximo 26 de abril, a la tumba que históricamente alojó su cuerpo junto al de su tercera y última esposa, Matilde Urrutia.
La ceremonia será amenizada por un homenaje liderado por la Fundación Pablo Neruda, la institución que administra los bienes y actividades del poeta, que sumará la participación de una orquesta juvenil y la lectura de su poemario.