El cineasta Miguel Picazo, cuya trayectoria fue reconocida en 2014 por el Gobierno andaluz con la concesión de la Medalla de Oro de Andalucía y fue Premio de Honor de la XI edición de los Goya ha muerto este sábado, según han informado la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Jaén, que han lamentado su fallecimiento.
Nacido en Cazorla (Jaén) en 1927, cursó estudios de Psicología y Derecho, pero pronto se impuso su vocación por el mundo del cine, en el que fue actor, guionista y director.
La consejera de Cultura del Gobierno andaluz, Rosa Aguilar, ha asegurado hoy en comunicado, que Picazo «demostró una forma de hacer películas contraria a los convencionalismos de su época, fue un renovador del cine español que abrió el camino para las nuevas generaciones de cineastas».
Aguilar, también ha destacado el compromiso con las mujeres que adquirió Picazo a través de su cine, y ha asegurado que «fue un creador adelantado a su tiempo, capaz de renovar los esquemas de un cine anclado en el pasado, que trabajó por representar a las mujeres con una mirada auténtica y comprometida».
Su contribución al cine español mereció el reconocimiento de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas en 1997 con el Premio de Honor de la XI edición de los Goya.
El largometraje La Tía Tula (1964), protagonizado por Aurora Bautista, consagró a Picazo como uno de los principales realizadores del denominado Nuevo Cine Español.
Otros títulos destacados de su filmografía han sido Habitación de alquiler (1961), Oscuros sueños de agosto (1967), Los claros motivos del deseo (1977), El hombre que supo amar (1976) y Extramuros (1985). Esta última fue distinguida con el Premio ACE al Mejor Director otorgado por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York.
Entre sus trabajos para televisión han destacado la adaptación de la obra teatral de Valle-Inclán 'Sonata de Primavera' y la serie 'Entre visillos', basada en la obra de Carmen Martín Gaite.
Como actor participó, casi siempre con papeles secundarios, en películas como El Espíritu de la Colmena (1973), El libro de buen amor (1975), Remando al viento (1987) y Tesis (1996).
Aunque gran parte de su vida se desarrolló en Guadalajara, ciudad de la que es Hijo Adoptivo, Miguel Picazo ha pasado los últimos años de su vida en Cazorla, población que también le distinguió con su medalla de oro, al igual que la vecina localidad de Peal de Becerro, donde también transcurrió su infancia.
El presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes, ha expresado también su pesar por la muerte del cineasta y se suma así a «esta gran pérdida para el cine español, no sólo por la importante trayectoria de este director, guionista y actor, sino también por su personalidad y figura, considerada como imprescindible en la historia de nuestro cine».