El Mercat Nou de Vila tuvo ayer entre sus visitantes a un aplicado grupo de jóvenes y potenciales clientes que acudieron con sus maestros. Fueron los alumnos de 3º del CEIP Sant Ferran de ses Roques de Formentera. Acudieron para «ver el mercado» y para ello pasaron por todas sus secciones cuestionando a todos los tenderos por el tipo de productos que vendían, su coste, procedencia, etc. Especialmente interesados se les vio en los puestos de pescado donde los dependientes les mostraron los peces más llamativos como un gran salmón o un mero de 14,5 kg.
Fue en un puesto de carne donde José les mostró una cabeza de cerdo que les encantó. «¡Sácale los ojos!», «¡quítale la lengua!» y «¡yo quiero ver el paladar», fueron algunas de las expresiones de los niños fascinados con la cabeza del animal. «Eso es porque a los niños ya no los llevan a ver animales vivos y se soprenden mucho cuando pueden observar y tocar como ahora. Están acostumbrados a verlos ya guisados», aseguraba José mientras cortaba unos filetes de hígado de ternera para completar el pedido que le había realizado un bar. «Se lo llevan para hacer a la plancha, o encebollado, pero a mí me gusta más el de cerdo que también es mejor para las anemias porque tiene más hierro. También se vende más».
Y volviendo a la cabeza de cerdo, aunque alguien hubiera podido pensar que estaba en el mostrador como adorno o para asombrar a los niños, José explicó que «hay muchas personas de América Latina que las piden. Al parecer es tradición allí hacerla guisada y luego al horno y se come todo».
Y como curiosidad, José reveló que son muchos los clientes que, como los niños, vienen desde Formentera para hacer la compra en el Mercat Nou, e incluso en algunas grandes superficies de Ibiza. «Si lo hacen es porque les compensa. Se vienen con el coche y se lo llevan cargado porque los precios son mucho más elevados en Formentera. Y cuando llegue la temporada ya ni te cuento», vaticinó.
Tiempo de cuaresma
En lo referente a la cuaresma y al ayuno de carne, las opiniones fueron diversas ayer en este mercado de Vila. Por su parte, en el puesto de pescado y marisco de Conchita, una clienta habitual comentaba que «estamos en tiempo de cuaresma y tiempo de gerret. Se puede hacer frito o en escabeche, a la plancha y en arroz con coliflor. Está buenísimo de todas las maneras. Yo tengo a mi padre con 90 años y él vive por el gerret, igual que mi nieto. No les lleves otro pescado. Hoy me llevo un kilo para hacerlo frito y no me llevo más porque es pesado de limpiar», decía mientras elegía la rotja y el serranoque le estaban preparando para hacer «un caldito de pescado». El pescado tiene muchas posibilidades y está muy rico, el problema es que es muy caro, si no lo fuera, comeríamos más. Pero ahora, que es tiempo de cuaresma, sí que lo compro más», compartió.
Sin embargo, en el puesto de la carne de Paco y Carmen consideraban que ya apenas hay gente que lleve a cabo los ayunos propios de estas fechas, los que se hacían en otros tiempos. «Yo no lo noto prácticamente nada, vendo lo mismo y tengo a la misma gente. Empezando por mí mismo que tampoco llevo a cabo estas tradiciones que están relacionadas con la Iglesia y que ya no se practican como antes», opinó.