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Fallece Chicho Ibáñez Serrador, asiduo visitante de Mallorca

EFE - ESPAÑA CINE FANTÁSTICO - ACE - Arte, cultura y espectáculos - GRA97. MADRID, 25/10/2017.- El director, productor y guionista Narciso Ibáñez Serrador antes de asitir a la gala con la que arranca la V edición de Nocturna Madrid, festival de cine fantástico de Madrid, donde recibirá un homenaje. EFE/JuanJo Martín LA V EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CINE NOCTURNA HOMENAJEA A IBÁÑEZ SERRADOR - MADRID - C. MADRID - JuanJo Martín - nip | JuanJo Martín - EFE - EFE

| Madrid |

El cineasta y realizador Narciso ‘Chicho' Ibáñez Serrador falleció este viernes a los 83 años en Madrid. El creador de Un, dos, tres había sido ingresado de urgencia este viernes. En enero de este mismo año, Chicho recibió el Goya de Honor aunque no pudo asistir a la gala de Sevilla y hace apenas unos días la Filmoteca de Barcelona le rendía homenaje en un acto al que tampoco pudo acudir por su delicado estado de salud.

Además, el fallecido estuvo muy vinculado a la Isla, donde incluso tenía una casa en el Port d'Andratx. De hecho, en 2004 recaló en Palma, donde junto a su esposa Lorena, el presentador de entonces de Un, dos, tres, Luis Roderas, y las azafatas del mismo, acudió a la apertura de una tienda de su hijo, Alejandro, en la calle Oms.

Narciso Ibáñez Serrador (Montevideo, 1935) era el hijo único de la pareja de actores Narciso Ibáñez Menta y Pepita Serrador. En los cincuenta, ya en España, trabajó como actor en la compañía de teatro de su madre y, poco después, pasó a la dirección teatral. En 1957 regresó a Argentina e inició junto a su padre una gran carrera, firmando a menudo con el pseudónimo de Luis Peñafiel.

En televisión destacan las series Mañana puede ser verdad o La historia de Saint Michel, pero especialmente Historias para no dormir, en 1966. A estas se suman los títulos para la pequeña pantalla como El último reloj, El asfalto, Historias de la frivolidad y El televisor (1974). Especializado en adaptaciones literarias y biografías de personajes célebres, sobre todo en su etapa argentina, fueron sin embargo sus historias de ciencia ficción y de terror las que más impactaron. Este género también lo cultivó en el cine, con dos únicos títulos La residencia (1969) y ¿Quién puede matar a un niño? (1976), de las que fue guionista y director.

Entre las personalidades que lamentaron su muerte se encuentra el ministro de Cultura en funciones, José Guirao, quien expresó que fue «un creador que hizo reír y pasar miedo» y cuyo «ingenio se echará de menos». También Miriam Díaz-Aroca y Silvia Marsó, dos de los rostros más populares de Un dos tres, recordaron al «jefe», al «maestro» que les enseñó «todo» en la televisión: «Era un genio», coincidieron. Finalmente, el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, lo calificó de «maestro de cineastas», así como «un artista y un visionario».

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