Abel Matutes Prats (25/04/1977) se perfila como el futuro presidente del Grupo de Empresas Matutes. Desde 2006 es el director general de Palladium Hotel Group y vicepresidente ejecutivo del grupo. El proyecto Ushuaïa fue su apuesta y es ya su mayor éxito.
¿Por qué Ushuaïa?
La motivación principal fue que vimos un nicho de mercado insatisfecho. Intentamos siempre rentabilizar al máximo nuestro activo. El proyecto Ushuaïa está cambiando Ibiza. No era nuestra intención, pero está variando la imagen de la isla, y no solo de Platja d'en Bossa. Estoy al frente de una compañía y me pagan para dar el máximo valor a la empresa.
Ushuaïa fue un proyecto novedoso.
El proyecto Ushuaïa estuvo en la nevera durante casi tres años. Lo presenté al consejo de administración y me lo rechazaron. Soy tozudo y durante más de dos años estuvimos perfilando y mejorando el proyecto. Detrás de Ushuaïa hay mucho trabajo, mucho trabajo en equipo, mucha planificación. Si hay un concepto que está bien pensado es el de Ushuaïa. Es un concepto novedoso en el mundo.
¿Cuál es la principal competencia de Ibiza?
Las Vegas, podemos hablar de Tel Aviv, Mikonos en algún sentido, Miami... Pero los dj's que hemos conseguido atraer al Ushuaïa es complicado que alguien pueda conseguirlos. Música, diversión y lujo forman parte de un proyecto que ha servido para dar valor a la zona y a la empresa.
Podemos hablar de dos grandes objetivos: desestacionalizar y subir el precio de las habitaciones.
Estos son los objetivos del Plan de Excelencia. El proyecto Ushuaïa no pretende ser desestacionalizador. Quiere crear valor. Hay gente que piensa que el turismo de club es muy estacional y el familiar, en cambio, no. Es una visión equivocada. Con Ushuaïa ya hemos conseguido abrir más de 6 meses y cuando el Plan de Excelencia esté completamente ejecutado pretendemos abrir dos o tres hoteles 12 meses y el resto, algunos 8 o 9, y el resto, solo 6.
La diferencia es sustancial.
La inversión que se hará es muy importante. Ahora, un hotel está abierto siete meses y medio y el resto solo seis.
¿En qué consiste el plan de Excelencia?
El proyecto pretende crear un destino. Ibiza, como tal, sí tiene una marca, pero dentro de Ibiza pretendemos crear un destino propio. El Plan de Excelencia se inició con el Palladium, un hotel de 4 estrellas que necesitaba una profunda remodelación. Lo convertimos en un cinco estrellas. Había un debate en la empresa ante la incógnita de saber si Ibiza podía absorber un cinco estrellas. Hoy, puede parecer un debate absurdo, pero en aquel momento no había ningún hotel de esta categoría en la isla. La acogida fue magnífica. Nuestra marca Palladium es de todo incluido, pero de muchísima calidad.
El gran riesgo comenzó con el proyecto Ushuaïa.
El Ushuaïa Club fue un experimento con un resultado excepcional. Los dos Ushuaïa nacen con la vocación de crear valor durante la temporada.
¿Cuál es la inversión total?
Unos 300 millones de euros en cinco años, a los que hay que sumar unos 25 millones más que se invertirán en el hotel Palm Beach, que no es de nuestra propiedad pero que tenemos en gestión durante un largo periodo de tiempo. Se convertirá en un Gran Palladium.
¿El Plan de Excelencia contempla la reconversión de todos vuestros establecimientos de Platja de'n Bossa?
Todos serán de cinco estrellas. El Don Toni y el Club Don Toni, con 620 habitaciones, los convertimos en el primer hotel Hard Rock de Europa. Además, vamos a construir un nuevo hotel dentro de dos años de gran lujo, que contará con un gran spa, piscinas climatizadas y una gran sala de convenciones.
¿Qué necesitamos para conseguir desestacionalizar?
Oferta complementaria. Vamos a construir un campo de golf. Hoy solo hay en Ibiza 27 hoyos, un campo y medio. Habrá también 59 viviendas, pareados, que se construyen en un terreno urbano. Su única vinculación con el campo de golf es por proximidad. Además, está previsto un centro comercial, el más grande de Balears.
¿Es necesario un centro comercial?
Serán, finalmente, 51.000 metros cuadrados de zona comercial. Inicialmente, estaba previsto que fueran 56.000 metros, pero después de negociar con asociaciones de comerciantes, partidos políticos... hemos acordado reducirlo. El centro comercial es fundamental para desestacionalizar, ya que en Ibiza, cuando hay mal tiempo, no puedes hacer nada. Además, no existe ninguno.
¿Dónde se ubicará el centro comercial?
Hoy existen dos grandes naves industriales en las que se ubican la lavandería del grupo hotelero y el economato central. Se construirá una central logística en la zona más alejada de la playa. Además, se contemplan también dos edificios de oficinas, donde ubicar todas las empresas del grupo, que hoy se encuentran situadas en diferentes zonas. Una vez acabadas estas obras se iniciará de forma inmediata el campo de golf y el centro comercial. Pretendemos que las primeras marcas estén representadas.
¿Para cuándo la primera piedra?
En cuanto sea posible. Estamos en manos del Govern balear. El Consell d'Eivissa y el Ayuntamiento ya han dado su aprobación, pero falta que el Govern haga un decreto. Soy optimista. Pondremos la primera piedra tan rápido como sea posible.
¿Se ha conseguido el consenso político?
Hemos negociado con las diferentes fuerzas políticas y cederemos 50.000 metros cuadrados justo al lado del campo de golf, atendiendo así una de las reivindicaciones del PSOE.
El Plan de Excelencia es muy ambicioso, ¿pero tiene Ibiza conectividad aérea suficiente para alimentar de turistas la zona durante el invierno?
¿Qué es primero el huevo o la gallina? Hace falta tener un producto atractivo para que la gente quiera venir. Es cierto que la conectividad es baja, pero estoy convencido de que si el producto es bueno habrá aviones suficientes.
¿La entrada del Grupo de Empresas Matutes en Globalia está encaminada a mejorar la conectividad de Ibiza?
Sí, es evidente. Creemos que la conectividad no es suficiente. España se está quedando sin compañías españolas. Iberia y Vueling son hoy británicas, con Spanair pasó lo que todos sabemos... Hoy, la mejor opción es Air Europa. Un país turístico como España no puede depender de un consejo de administración que está en otro lugar. Primero, entramos en Globalia porque considerábamos que es una empresa con futuro. Se tienen que cambiar algunas cosas, pero tiene unos fundamentos muy sólidos. Además, entramos para proteger la conectividad de Ibiza. Es un riesgo, pero también una oportunidad.
Entiendo que vuestra entrada en Globalia favorecerá un incremento de vuelos hacia Ibiza.
Intentaremos incrementar las frecuencias, siempre y cuando sea rentable. No tiene sentido que si has de viajar a Madrid para tener una reunión a las diez o las once de la mañana hayas de viajar una noche antes. Hay demanda suficiente para llenar un avión que salga a primera hora.
¿El apellido Matutes provoca dificultades añadidas?
Sí, muchas. No queremos ser victimistas, pero si fuésemos Torres y no Matutes, el proyecto ya estaría en marcha. Nos encontramos con dificultades añadidas. Hay recelos que se han de superar.