España se está recuperando. Los máximos directivos financieros de Balears coinciden en señalar que los síntomas que presenta la economía son buenos, pero nadie se atreve a decir que España ha dicho adiós a la crisis. El trabajo duro ya está hecho, pero según los ejecutivos bancarios con más responsabilidad de las Islas va a costar un tiempo que la mejora de la demanda interna y de la inversión repercutan en la disminución de las altas tasas de paro, y solo cuando se consiga recuperar los niveles de empleo previos a la recesión se podrá decir que hemos salido de la crisis.
Xicu Costa, director territorial de CaixaBank en Balears; Alberto del Cid, director del Área Financiera de Banca March; Antoni Serra, director territorial de Sa Nostra-BMN; José Ramón Fragoso, director de la zona Balears de BBVA; Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell; Ignacio Alcaraz, director territorial de Banco Santander; Jaume Julià, director territorial de Cajamar, y Josep Antoni Cifre, presidente de Colonya Caixa de Pollença, han valorado el momento actual que atraviesa Balears, confirmando que todavía queda un largo camino para decir adiós a la crisis.
OPTIMISMO A MEDIAS. “España ha corregido buena parte de los desequilibrios acumulados durante la burbuja inmobiliaria y ha implementado importantes reformas”, destaca Xicu Costa, director territorial de CaixaBank en Balears. “El sector inmobiliario muestra signos de estabilización y las ambiciosas reformas estructurales que se están llevando a cabo y que no deben decaer están permitiendo recuperar la competitividad perdida durante los años previos a la crisis y crear empleo neto con tasas de recimiento más modestas”, remarca.
Alberto del Cid, director del Área Financiera de Banca March, explica que las reformas realizadas han llevado a la economía a salir del “círculo vicioso” en que se encontraba. “El menor consumo e inversión provocaban más paro y el aumento del paro generaba menor consumo e inversión”, considera, y explica que la tasa de paro es un obstáculo a la recuperación. “La tasa de paro será uno de los últimos indicadores en percibir que la mejora económica ha comenzado. Es un factor de lastre en la reactivación y no se prevé que se recupere con rapidez”, argumenta.
Antoni Serra es claro y asegura “rotundamente” que no hemos dicho adió a la crisis de forma definitiva. “Reducir el paro por debajo del 10% es fundamental para hablar de recuperación. No obstante, los tipos de interés van a permanecer bajos durante largo tiempo. Se contabilizan seis trimestres de crecimiento leve pero constante y también mejoran las cifras de empleo”, señala. “La caída del precio del petróleo debe suponer un incremento de la renta disponible para empresas y familias y el sector inmobiliario recupera una cierta vitalidad para reforzar el crecimiento”, explica Serra.
José Ramón Fragoso, director de la Zona Balears de BBVA, asegura que “con una tasa de paro del 20% la salida de la crisis no se detecta en todas las empresas y familias españolas”. “Puede hablarse de recuperación, puesto que estamos en un contexto de crecimiento. Otra cosa es considerar finalizada la crisis”, afirma.
Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell, asegura que “la prioridad ha de ser resolver progresivamente las elevadas tasas de desempleo”, que posibilitarán “un escenario de evolución positiva mayor a nivel micro”.
El director territorial de Banco Santander, Ignacio Alcaraz, cree que aún “existe desconfianza en la recuperación” y explica que “la economía no estará saneada hasta que baje sustancialmente la tasa de paro”.
En este mismo sentido se pronuncia Jaume Julià, director territorial de Cajamar, que explica que “la recuperación solo será una realidad cuando aumente la actividad económica y la creación de empleo y sus efectos positivos lleguen a la economía familiar”.
Josep A. Cifre, presidente de Colonya Caixa de Pollença, mantiene también que “se necesita una reducción significativa de la tasa de paro” para que podamos decir adiós a la crisis de forma definitiva. Además, pone de manifiesto que “las pequeñas variaciones en los conceptos macroeconómicos son prácticamente imperceptibles por los ciudadanos”.
FRAGILIDAD EN LA UE. Aunque hay unanimidad en considerar que la llegada de turistas internacionales a Balears este año no se verá afectada negativamente por las bajas perspectivas de crecimiento de la zona euro, hay sectores que pueden sufrir especialmente, como son las exportaciones.
Xicu Costa considera que no hay un peligro real de recaer en una recesión a pesar de la puntual debilidad de algunos países europeos. “La desaceleración que se ha producido en los últimos trimestres es fruto de la ralentización del comercio a nivel global y de la reaparición en escena de conflictos geopolíticos latentes, factores temporales que no deberían empañar el proceso de recuperación a medio plazo”, argumenta.
Alberto del Cid explica que la debilidad de la eurozona es un peligro y recuerda que “las exportaciones cada vez tienen más importancia y su debilidad es uno de los principales riesgos para la economía española en 2015”. En este sentido, añade que “el 50% de las exportaciones se destinan a la eurozona, por países la mayor exposición es a Francia (16% del total de las exportaciones) y a Alemania (10,5%) por lo que si se deteriora su crecimiento económico no cabe duda que tendrá una influencia negativa”.
Antoni Serra se muestra esperanzado en que Francia e Italia recuperen el buen camino y las exportaciones españolas se vean beneficiadas. “Las medidas financieras del BCE han de servir para quitar presión a los gobiernos de Francia e Italia para que puedan hacer las reformas que tienen que hacer. La devaluación interna que ha hecho la economía española ha impulsado la exportación de forma notable”, afirma.
El máximo responsable de BBVA en Balears tiene claro que “la demanda interna española está evolucionando más que positivamente”, aunque asegura que “si la situación de estancamiento en Europa se prolongara, posiblemente habría que revisar las perspectivas de crecimiento en España”.
Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell, explica que “España no es ajena a los efectos que pueda haber a nivel interno en algunos países europeos, ya que existe una interdependencia”, aunque puntualiza que “las previsiones son buenas para España”.
El director territorial de Banco Santander, Ignacio Alcaraz, asegura que una “recaída de los mercados importadores puede afectar a nuestra economía”. “Nuestra economía está muy integrada en Europa, sobre todo por la vía de las exportaciones”, afirma.
Jaume Julià, director territorial de Cajamar, reconoce dificultades en algunos países europeos pero considera que España ha hecho las reformas necesarias. “La economía de la eurozona no termina de salir del bache, pero no hay razón para ser alarmista. En España hemos hecho ya importantes ajustes que están dando sus primeros resultados positivos, aunque queda mucho por hacer”, manifiesta.
Finalmente, el presidente de Colonya Caixa de Pollença, Josep A. Cifre, afirma que “la situación económica de algunos de los principales países emisores de turistas hacia nuestras islas nos puede afectar”. No obstante, añade que el turismo nacional podría compensar el descenso de europeos.