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De las tumbonas a los muebles de interior

La plantilla casi al completo de Jovimar en su tienda de Ciutadella. | David Arquimbau

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La historia de Jovimar es el relato de un negocio familiar que supo transformarse desde una pequeña ferretería doméstica a una red de tiendas de muebles de jardín e interior con más de cinco mil metros de exposición entre Maó, Ciutadella y Alaior. Capacidad de servicio y un gran stock para proveer a particulares y hostelería que les ha hecho protagonistas en la isla por haber suministrado miles de tumbonas azules y verdes que hoy forman parte del paisaje de la mayoría de las playas del litoral menorquín. El pasado mes de febrero, la segunda generación ya tomó el pulso con la mirada puesta en crecer más allá de Menorca.

ORÍGENES. La ferretería que Vicente Gomila abrió en 1976 en la calle Reverendo Huguet de Alaior forma parte de los inicios de la empresa Jovimar Gomila SL en Menorca. Tradicionalmente, el municipio había sido un pueblo agrícola y ganadero que se transformó en una sociedad industrial y de servicios gracias a la contribución que hicieron en los años 50 sectores como el calzado, la bisutería o el queso, que desembocaron a la constitución de su famoso polígono industrial de La Trotxa a principios de los ochenta. El negocio familiar se orientó primero al menaje del hogar, pero al cabo de dos años decidieron ampliar su oferta con muebles de jardín, ya que el despertar turístico de la isla demandaba poder ofrecer este tipo de productos. "En 1980 ampliamos el espacio disponible pasando de los 170 metros iniciales de exposición a los 400", explica Vicente Gomila, ahora ya jubilado pero que ha sido el alma máter durante todos estos años. "También decidimos abrirnos a la venta mayorista para el cliente de hostelería porque hoteles y apartamentos necesitaban equiparse. Asistíamos a ferias de ámbito internacional que nos daban la oportunidad de conocer las últimas novedades y entrar en contacto con diversos fabricantes", añade.

Los primeros años de Jovimar fueron de mucho trabajo, sábados y domingos incluidos, en los que junto a su mujer María Ester Cano (ya fallecida) y su hijo Miguel se dedicaban a etiquetar los últimos productos que habían llegado al almacén. "Hacíamos nosotros mismos el reparto y cuando teníamos que viajar fuera de Menorca, nos llevábamos la comida para ahorrar gastos", detalla. El esfuerzo y el sacrificio permitieron consolidar poco a poco el negocio, que fue creciendo poco a poco en número de empleados. "Creo que fuimos de las primeras empresas de Menorca de este sector que apostamos por salir a comprar fuera de Europa para ser más competitivos en un tiempo en que se hablaba poco de globalización", cuenta Vicente. Su hijo Miguel se incorporó formalmente en 1995 y empezó a acompañar a su padre en los viajes. Precisamente el pasado mes de febrero Vicente Gomila decidió pasar el testigo a Miguel, que ha asumido las funciones de gerencia.

EXPANSIÓN. En 2005 decidieron dar un gran paso con la apertura prácticamente simultánea de dos grandes tiendas de 2.000 metros cuadrados cada una, para venta y exposición en Maó y Ciutadella. Si hasta la fecha el mueble de terraza, jardín y piscina así como una extensa gama de menaje habían constituido las bases de los productos por los que Jovimar empezó a ser conocida en toda Menorca, ese año apostaron por incluir el mueble de interior en toda la gama de muebles de calidad para dormitorios y salones, tales como sofás de piel, mesas de teka y elementos de decoración. El objetivo era ofrecer un servicio integral en el que se trataba que el cliente que entraba por la puerta pudiera equipar completamente su casa y jardín. "El objetivo de mejorar nuestro servicio nos hizo crecer como empresa y nos dio la posibilidad de llegar a más clientes", explica Miguel Gomila. Eran años de crecimiento del consumo en nuestro país y en Jovimar apostaron por Menorca.

Precisamente uno de los hitos que los convirtió en referentes fue el suministro de tumbonas para hoteles y playas. "No se decir cuántas habremos comercializado pero estoy seguro de que han sido miles. Es un modelo de color azul o verde que se fabrica en España y que las empresas que se encargan de la explotación de este negocio en el litoral nos vienen comprando desde hace muchos años", detalla el nuevo gerente. "Hoy en día los hoteles siguen confiando en nosotros y recientemente hemos suministrado el material de terraza para el parque acuático de Punta Prima", añade. Otro de los clientes más fieles que siempre han tenido en Jovimar han sido los ingleses, que compraban su primera o segunda residencia en Menorca y que encontraron un producto que encajaba perfectamente con sus necesidades. En aquel momento, en plena temporada, eran más de 18 personas trabajando, entre logística y ventas, hasta que la crisis económica les obligó a tener que ajustarse con un nuevo enfoque. En 2012 decidieron trasladar la tienda original de la calle Reverendo Huguet a una nave de dos mil metros en el propio polígono de Alaior que hasta el momento habían utilizado única y exclusivamente como almacén. Se pensó en centralizar las oficinas para ser más eficientes y tener una presencia comercial como la que ya tenían en Maó y Ciutadella para adaptarse a los nuevos hábitos de compra del consumidor. Dentro de estos cambios, se acabó incorporado los servicios de un interiorista que facilitaba una mejor experiencia en tienda, así como la realización de proyectos en 3-D sobre los planos de decoración.

El futuro de Jovimar pasa seguramente por la segmentación de las tiendas que todavía no se ha podido llevar a cabo para que puedan ofrecer un valor añadido en un sector cada vez más competitivo. Todavía no saben cómo celebrarán su cuarenta aniversario el año que viene pero piensan en una renovación de su imagen, con la creación de nuevas marcas. Otro de los proyectos es iniciar la actualización de su página web que abrieron en el año 2002 pero que necesita ponerse al día, con la posibilidad de abrirse al comercio electrónico. A Miguel Gomila también le gustaría retomar la idea de expandirse fuera de Menorca y trasladar su know how a más consumidores. "Las modas en mueble de exterior y mueble de interior son cambiantes, y hoy en día no todo tiene que ser uniforme. Saber elegir la tendencia adecuada o el material idóneo determina mucho el éxito de nuestro negocio. Nosotros tenemos toda una experiencia que nos avala y que nos gustaría poder trasladar a otros escenarios", concluye.

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