Primeros meses del año positivos para el sector primario. Los agricultores se muestran prudentes pero satisfechos, ya que a pesar de que la producción ha sido inferior a otros años, los precios se han mantenido. Mientras, la afiliación a la Seguridad Social se queda prácticamente estancada. Y la peor parte se la llevan los ganaderos, ya que el precio de venta del porcino y el ovino lleva desde principios de año por debajo de los costes.
El presidente de Asaja, Tomàs Cortès, se muestra optimista con la prudencia que exige estar a mediados de año, por lo que no puede dar por buenos al 100% los datos de que dispone. Asegura que ha sido un año "normal" para los agricultores.
PATATA. A pesar del susto inicial, la campaña de la patata ha sido correcta. "La patata empezó la campaña muy mal pero se ha corregido. No ha ido bien, pero sí mejor de lo que se pensaba. Se intentará que no haya pérdidas", comenta Gabriel Torrens, secretario general de Unió de Pagesos. Respecto a otras temporadas, explica que 2013 fue un buen año pero 2014 fue terrible, y 2015 ha sido un año más normal. "La patata se paga a 18-20 céntimos. El precio es bajo, pero no catastrófico como los 7 o 8 céntimos el kilo, muy por debajo de los costes de producción, que están sobre los 18", añade.
Durante el primer trimestre la patata registró los peores resultados del campo balear, con una pérdida del 50% tanto en producción como en ventas respecto al año pasado. Así lo reflejan los datos de Coyuntura Económica del Govern. Las bajas temperaturas del invierno, especialmente a partir de mediados de enero, perjudicaron la patata temprana de exportación, y hasta el mes de marzo el volumen exportado disminuyó a la mitad, de la misma manera que el precio.
Sin embargo, esta mala tendencia inicial se corrigió. Los productores de este tubérculo de sa Pobla aseguran que la campaña ha sido normal tirando a buena, a falta de datos estadísticos integrales para toda la temporada. Por una parte, ha habido una disminución de la producción, han faltado kilos. Por otra, los precios han aguantado e incluso han ido al alza. En definitiva, el impacto ha sido muy diferente porque el mal tiempo de mediados de enero y febrero ha afectado de manera desigual a cada productor.
Según Cortès, la cosecha de patata ha sido mala pero ha tenido un buen precio. A principios de campaña la patata temprana se pagó a 0,40 euros el kilo y al final se pagó el kilo a 0,18 euros, constata el presidente de Asaja. "La producción por quartó ha sido de tres o cuatro mil kilos, cuando lo normal son seis mil kilos. Es decir, que se ha producido solo la mitad de un año normal, pero el precio ha sido bueno", remarca.
HORTALIZA. La campaña de la hortaliza ha aguantado precios. "El tomate, el pimiento, el melón y la sandía, y en general la hortaliza y la fruta, ha ido bien porque con la sequía de primavera, no ha habido una gran producción, ha sido un poco inferior a un año normal. De esta manera, el mercado ha absorbido la producción y los precios han aguantado", explica Gabriel Torrens.
CEREALES. La producción, indican los agricultores, ha sido muy variable. En las tierras primes la producción ha sido muy baja, mientras que de trigo se han producido unos 1.500 o 1.800 kilos por cuarterada, y de cebada, 1.500. "La campaña ha sido complicada para el cereal debido a la primavera seca que hemos tenido. La producción ha sido inferior a un año normal, y el precio, similar", menciona Torrens. Sin embargo, las lluvias de la semana pasada han sido muy positivas para las siembras del alimento de los rebaños para este invierno. "Así, en unos dos meses ya tendrán comida", explica el de Unió de Pagesos.
INDUSTRIA. Desde el sector de la industria agroalimentaria, que transforma la materia prima, explican que el año no es "para tirar cohetes", pero como las ventas de años anteriores eran bajas, hay optimismo en que la situación se desencalle. "Nosotros, que transformamos la patata y la congelamos para distribuir a la hostelería, hemos notado que la demanda ha subido un 4 o 5%. Los supermercados de zonas costeras también compran más por el aumento de turistas en casas particulares, aunque la subida no es nada del otro mundo", explica Pep Capó, de UCO Sa Pobla.
OLIVOS. "El agua también ha sido extraordinaria para los olivos, porque el hueso había crecido pero las aceitunas no tenían pulpa. La temporada de la aceituna es a finales de diciembre, enero y febrero, por lo que todavía queda mucho tiempo para que se recupere", comenta el presidente de Asaja.
VINO. En cuanto al vino, la vendimia "irá bien si la lluvia no lo estropea en el último minuto", indica Cortès, mientras añade que las lluvias de mediados de agosto le han ido muy bien y no ha habido que lamentar daños. La cosecha acaba de comenzar y las perspectivas son positivas, ya que la uva es de mucha calidad y la cosecha aumentará hasta en un 20% en Mallorca y Menorca. Mientras, en Eivissa la producción ha sido más reducida que en años anteriores debido a la sequía.
ALMENDRAS. Para los almendros, las lluvias de estas últimas semanas también han sido buenas, según afirma Cortès. En cuanto a la producción de almendrales profesionales se prevé un poco inferior a la del año pasado, pero no mucho. "Lo bueno será el precio. Como hay una fuerte sequía en California, se espera que el precio por kilo de bessó pueda llegar a los ocho euros o incluso superar esta cifra, precios nunca vistos, lo que hace que los que no son profesionales también las recojan", puntualiza. En el mismo sentido se expresa Torrens, que afirma que en el mercado de la almendra los precios se establecen a través del mercado internacional. Según las previsiones del Govern, la producción de almendra aumentará un 10% este año.
GANADERÍA, PERJUDICADA. La peor parte se la llevan los ganaderos. "A nivel de precios, esta campaña va mal, especialmente en el porcino. Es un sector que se ve muy influido por la insularidad", indica Cortès.
"Si hay un sector perjudicado este año es el ganadero, especialmente porcino y ovino. En porcino no hay acuerdo de precios mínimos en la lonja, y ya llevamos ocho o nueve meses con los precios de venta inferiores a los costes", comenta Torrens. "Y en ovino ha habido acuerdo de precios de cuatro o cinco euros, pero aun así no se cubren los gastos. De momento el sector asume las pérdidas, pero ahora ya se empiezan a ahogar. Aquí el cordero se vende 15 o 20 euros por debajo del precio establecido en la Península en lonjas como Mercolleida, y esto es muy perjudicial porque el ovino es el principal sector ganadero en Mallorca. El problema es que aquí hay pocos operadores y no hay libre mercado. Y no es solo este año, esto pasa históricamente con la leche y con la carne. Por este motivo, pedimos la intervención de la administración", indica.
Torrens añade un problema más: "Además, desde hace unos meses en Mallorca no hay ningún matadero de ganadería alternativa, para poder producir conejos, pollos o pavos. Por falta de infraestructura tenemos que importar el 100% de productos para los que existe demanda y se podrían hacer aquí", explica.
AFILIACIÓN. A pesar de la temporada positiva para la agricultura y la pesca, la afiliación en el sector primario en el primer semestre del año se queda estancada con una media de 6.482, y no consigue la remontada que registra el resto de sectores en los dos últimos años. De hecho, registra una ligera pérdida de seis trabajadores respecto al total anual de 2014. Desde 2013 el sector primario de Balears pierde trabajadores cada año, pocos, pero pierde, tanto en números absolutos como en porcentaje sobre los afiliados de todos los sectores. En los primeros seis meses del año, el sector agropesquero ha empleado al 1,54% de todos los trabajadores de Balears, mientras que en todo 2014 fueron el 1,58%.
Tomàs Cortès apunta también que el etiquetaje y la trazabilidad (que se refiere a la identificación del origen y las diferentes etapas del proceso de los productos que se consumen) son cada día más importantes para el sector hortofructícola. "La sociedad quiere saber de dónde viene lo que compra y lo que come, porque todo lo que nos llega de la otra punta del mundo no sabe a nada. Por este motivo es importante que en el etiquetaje demos importancia al producto de proximidad, es decir, el que no pasa la maduración en cadenas de frío. El producto kilómetro cero tiene futuro, pero hay que trabajar mucho en ello".
LA CONSELLERIA. El conseller de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, Vicenç Vidal, ya se ha reunido con la mayoría de representantes del sector, que le han trasladado sus principales preocupaciones. "El campo balear presenta un grave problema de relevo generacional. Tenemos que fomentar que los jóvenes quieran incorporarse al mercado laboral", puntualizó. "También tenemos que atajar la modernización y la innovación en los procesos de producción, y sobre todo en nuevos canales de comercialización, donde hay que buscar nuevas estrategias. Y en cuanto al sector pesquero, es necesario hacer campañas para fomentar el consumo de pescado fresco, que se ha perdido por la crisis y por los nuevos hábitos de vida", añadió.