Inaugurado el 20 de mayo de 2015, el parque acuático Splash Sur Menorca, perteneciente al Grupo Galdana, ha estrenado este mes su segunda temporada con nuevas atracciones de agua y el objetivo de posicionarse como un espacio de diversión asegurada para toda la familia. Concebido como instalación independiente pero adjunta al hotel Sur Menorca, el año pasado consiguió atraer a 100.000 personas, entre clientes alojados en el hotel y visitantes externos.
Splash Sur Menorca es hoy en día el parque acuático más grande y moderno de Menorca, cuya inversión supuso 3,5 millones de euros y un tiempo récord de construcción de tan solo cinco meses. Al frente de todo lo que sucede en el parque está Toni Barber López junto un equipo de 20 personas.
AVANZADO. Situado en la urbanización Biniancolla de Sant Lluis, Splash Sur Menorca cuenta con una extensión de 18.000 m2 en los que el visitante tiene a su disposición ocho toboganes distintos y cinco piscinas que suman una superficie de casi 2.000 m2. Utilizan agua del mar porque fue una de las condiciones sine qua non para obtener el permiso de apertura.
“La empresa tiene una parcela junto al mar en la que se excavó un pozo de 30 metros y posteriormente se realizó una canalización de 150 metros que trae el agua hasta el parque”, explica Toni Barber. “Es agua tratada y estabilizada con cloro pero es agua natural del mar, como la que uno se puede encontrar cuando se baña en Punta Prima”, añade.
La construcción del parque se hizo integrando la instalación al paisaje y del mismo modo que se utilizaron plantas endémicas, se levantaron varios kilómetros de la típica pared seca menorquina. “Tenemos un protocolo de calidad y vigilancia muy estricto y de hecho, antes de abrir este año, la propia alcaldesa y los técnicos municipales comprobaron todas y cada una de las atracciones de agua”, apunta.
La concepción de todas las instalaciones acuáticas son obra de Action Park, líder en el desarrollo de instalaciones de ocio acuático, cuya trayectoria acredita la creación de más de doce parques en España, Francia o Túnez. Las cinco piscinas y los ocho toboganes ofrecen propuestas distintas de deslizamiento para todas las edades.
Destaca el Tobogán Bowl, que tiene un embudo final a través del cual el bañista acaba cayendo a la piscina; el Kamikaze, que tiene un desnivel de caída de 30 metros; el Multipista, que bajo el concepto de montaña rusa permite hacer carreras con varios usuarios a la vez; o el Gigante, que acelera el deslizamiento a medida que se avanza, entre muchos otros. Sensaciones y experiencias únicas que no van condicionadas por la edad sino por la estatura. “El acceso es a partir de tener una altura mínima de 1,20 cm”, detalla el gerente. “Pero también tenemos en cuenta los niños y por eso hay piscinas temáticas como el Río Lento, en la que 6 bombas provocan corrientes de agua para pasarlo en grande, o incluso un barco pirata”, añade.
Este año han incorporado dos atracciones nuevas. La primera es una fuente transitable con diferentes chorros de agua que emergen de forma inesperada y la segunda, una fuente laberinto en la que distintos arcos forman un recorrido secreto.
El parque abrió el 1 de mayo y cerrará a finales de octubre. “El 70% son clientes alojados en el hotel y el 30% por ciento restante, personas externas. El inglés es muy fan de los parques acuáticos pero también tenemos muchos menorquines en familia”, concluye el gerente.