Este mes de septiembre ha entrado en vigor el nuevo test de medición de consumo y emisiones de dióxido de carbono de los vehículos, después de que la Unión Europea haya endurecido los controles tras el escándalo del “dieselgate”. Un paso más para que el sector automovilístico encuentre soluciones que reduzcan los malos humos y pise definitivamente el acelerador hacia la consecución del coche eléctrico. En el imaginario colectivo siempre se ha pensado que Menorca tiene la oportunidad de posicionarse como laboratorio, banco de pruebas o lo que hiciera falta, para ofrecer una movilidad de emisiones cero. Hace unos años, el Consell de Menorca que presidía el actual conseller de Territori, Energía i Mobilitat del Govern balear, Marc Pons, participó en un test de lanzamiento de un Toyota Prius híbrido enchufable que la marca puso a disposición del área de presidencia.
Los resultados de la prueba no acabaron trascendiendo, pero aquella iniciativa visualizó el camino que estaba siguiendo el mercado, con un dato récord de ventas este mes de agosto en turismos eléctricos e híbridos. Siguiendo con la estela de posicionarnos como un escenario ideal para los coches sin humo, este mes de mayo el mismo consell escenificó un nuevo acuerdo con la firma automovilística Nissan para impulsar la movilidad eléctrica dentro de un programa llamado Menorca Smart Island: Energy and Mobility 2020. Un acuerdo para popularizar los vehículos eléctricos que contemplaba desde incentivos económicos hasta el apoyo al desarrollo de proyectos tecnológicos enfocados a la incorporación de fuentes de origen renovable.
El compromiso firmado en Fornells por ambas partes se convirtió en oficial a mediados de este mes de junio, cuando se escenificó este mismo acuerdo en la sede de la Unesco en París, dentro de la Asamblea Anual de Reservas de la Biosfera. No creo que podamos pedir más solemnidad en las formas a toda la puesta en escena y por ello sería deseable que trascendiese a pie de calle la concreción de las acciones de Nissan y el Consell, para que no pensemos que solo forma parte de una campaña de marketing. Pero si el horizonte eléctrico es prometedor, la llegada definitiva de gas natural a Menorca también abrirá la posibilidad de su utilización en vehículos pesados como los autobuses a través de biocarburantes como el bioetanol, cuya realidad ya ha sido demostrada en ciudades de nuestro entorno. Soluciones para reducir los malos humos en Menorca no nos van a faltar.