Antonia del Toro, responsable de RSC en el Grupo Piñero, explica que en 2014 aprobaron la política de Responsabilidad Social y, a partir de ahí, definieron los compromisos que la empresa debe llevar a cabo y que son ética, transparencia y buen gobierno; mejorar la calidad de vida de los colaboradores (trabajadores); cuidar y conservar el medio ambiente; colaborar con las comunidades locales donde operan; innovar en productos y servicios incorporando criterios de sostenibilidad, y definir un plan de comunicación interna y externa.
“Hemos conseguido unos logros muy importantes durante estos años. En 2017 reforzamos nuestro compromiso con la sostenibilidad y con los derechos humanos a través de la firma del pacto mundial de Naciones Unidas e incorporamos en nuestra estrategia de sostenibilidad los principios del pacto mundial de la ONU y la contribución a los objetivos de desarrollo sostenible”, cuenta.
Como grandes hitos señala el programa Empresa Saludable, que tiene entre otros objetivos mejorar el bienestar físico, social y psíquico de sus colaboradores y sus familias. En 2017, se dotó de un presupuesto de casi 2,3 millones de euros destinado a programas de acompañamiento para padres, servicios de oftalmología, compra de libros para niños, becas de estudio, campañas de vacunación, actividades deportivas, etcétera.
En las cuestiones medioambientales, en el Caribe han llevado a cabo un plan de gestión de residuos donde han conseguido dejar de verter más de 4.000 toneladas de residuos y reducir su huella de carbono en un 7%. Además, Grupo Piñero se ha comprometido a eliminar las pajitas de plásticos en todos los hoteles de la compañía en 2020.
Y otro gran proyecto es colaborar con las comunidades locales donde operan. En este sentido, cuentan con diferentes proyectos en Dominicana, Jamaica, España y México. “Por ejemplo, el proyecto Chance, dirigido a jóvenes en riesgo de exclusión, entre otras contribuciones a organizaciones sin ánimo de lucro de los países en los que operamos”, explica.
Samaná, situado al noreste de la República Dominicana, tiene un gran significado para Grupo Piñero porque el fundador Pablo Piñero apostó por ese enclave cuando nadie creía en él. Una de las acciones desarrolladas para dinamizar la zona es el plan de recuperación de la playa pública de Samaná, dinamizando el destino, desarrollando la economía y protegiendo su cultura y su naturaleza. Junto con otras empresas integradas en el clúster turístico de Samaná y con el Ministerio, pretenden consolidarlo como destino de ecoturismo. También colaboran con el Museo de la Ballena de Samaná.