Alejandro Sancho Ferrer (Eivissa, 1977), presidente de Fomento del Turismo de Ibiza, tiene claro que el año pasado es el peor que ha vivido la mayor de las Pitiüses en toda su historia y espera que en el presente ejercicio se pueda trabajar, al menos, cuatro o cinco meses. Consciente de la delicada situación epidemiológica de la isla actualmente y que ésta, a su vez, arrastra a la economía, el presidente de Fomento del Turismo reclama más ayudas directas para no dejar caer a las empresas y pide que se agilice el proceso de vacunación. Sobre cuándo se recuperará la normalidad, afirma que el principal síntoma de ello será cuando nos podamos quitar la mascarilla.
¿Qué balance hace del año que acabamos de dejar atrás?
A nivel turístico, ha sido sin duda el peor año de la historia del destino Ibiza. Pero, dentro de todo lo malo, hubo dos meses de temporada que las empresas que asumieron el riesgo de abrir pudieron trabajar; dieron trabajo a parte de la plantilla y generaron unos ingresos que, aunque escasos e insuficientes, levantaron un poco el ánimo. Luego hubo otras empresas que tomaron la decisión prudente de no abrir, pero las que abrieron se dieron cuenta de que, a pesar de que no había reservas porque todas se quedaron en papel mojado y cayeron como un castillo de naipes, Eivissa sigue generando atracción y demanda, sobre todo en el último momento. Esto fue muy positivo porque hemos visto que la gente sigue teniendo interés en venir a Eivissa y se siente atraída por el mix de oferta que tenemos. Hemos ido extrayendo información que nos han ido dando los operadores turísticos de que Eivissa era uno de los destinos más buscados aunque no generara reservas, lo que demuestra que el interés por la isla sigue existiendo. Eivissa llevaba unos años con una tendencia muy positiva y será uno de los destinos que se recupere en cuanto la tendencia sea a la recuperación y alza del sector turístico.
Eivissa está viviendo el momento más crítico en cuanto a la evolución de contagios. ¿Qué es lo más urgente que se debería hacer?
Lo que tendríamos que hacer es tener una colaboración públicoprivada al máximo nivel y tiene que haber máxima transparencia en la información; esto lo hemos exigido en varias ocasiones. Nuestra economía es muy estacional; nos lo jugamos todo en seis meses de temporada y esto debemos tenerlo claro. La gente ya da por perdidos los meses de abril y mayo porque están a la vuelta de la esquina y cualquiera firmaría ahora por una temporada de junio a septiembre o de junio a octubre en unas condiciones de ocupación medias porque esto generaría mucho ánimo, ayudaría a pasar el próximo invierno y se vería 2022 con otra perspectiva. También es muy importante la planificación porque parece que en todo momento vamos improvisando y ‘a salto de mata'. Pedimos que haya planificación clara y agilidad en el momento de revocar las decisiones tomadas. Todo esto es necesario para que Balears genere una corriente de noticias positivas para ponernos a la cabeza de la gestión porque ya se está hablando de que hay otros destinos que despertarán antes que nosotros y esto sería una catástrofe.
¿Qué es lo que ha fallado o está fallando?
Diría que no hemos aprendido nada de 2020 y lo que ocurrió el año pasado nos tiene que servir como bagaje y experiencia y si hay que tomar medidas impopulares se deberían tomar ahora y no más adelante. Los accesos en puerto y aeropuerto no se han gestionado bien, aunque entendemos que la administración se ha visto sobrepasada en este sentido y que no tiene la agilidad ni los recursos para controlar los puertos y aeropuertos. Las vacaciones de Navidad y los desplazamientos se tendrían que haber anulados sabiendo que este mes de enero tendríamos un repunte destacado como está pasando.
¿Por qué piden transparencia? ¿Les faltan datos de las administraciones?
Nos faltan datos, sí. Queremos transparencia y planificación. El plan de vacunación, por ejemplo, no lo tenemos sobre la mesa, el número de efectivos destinados a ello tampoco y la capacidad de reacción tampoco. Hasta ahora, el sector privado ha estado colaborando con mucha agilidad, por ejemplo, equipamos el antiguo Can Misses para crear Ca Na Majora en un tiempo récord. Estamos muy interesados y dispuestos a ayudar en lo que haga falta. También quiero recalcar que las empresas tienen una resistencia limitada. Conseguimos superar el 2020, pero será muy complicado si no conseguimos salvar de forma media o regular la temporada 2021.
Por lo que comenta, ya manejan el escenario de que la temporada empezará en junio en Eivissa y se extenderá hasta septiembre u octubre.
Bueno, supongo que habrá algunos que esperen que la situación mejore mucho para abrir en abril o mayo, pero por encima del optimismo se habla de finales de mayo o principios de junio por cómo van avanzando los acontecimientos. Los datos que manejamos ahora mismo es de junio a septiembre o junio a octubre. Hablando con nuestros países emisores nos comentan que las fechas podrían ser esas y que, incluso, se acentúe más hacia el final, pero por ahora son datos difíciles de manejar porque es muy pronto. Lo importante es poner todo el proceso en marcha.
¿Cuándo cree que Eivissa podrá regresar a una temporada como la de 2019?
Por lo que dicen los expertos, pienso que la mascarilla marcará un punto de inflexión; cuando nos la podamos quitar sabremos que hemos conseguido un nivel sanitario seguro y de normalidad. Es importantístimo que se reactive el sector turístico en Eivissa porque toda la economía depende de él. Seguramente este año no veamos una temporada como la de 2019, ojalá la tengamos en 2022. Este año será más conservador en todos los aspectos. Ojalá lleguemos a mayo de este año con un buen nivel de vacunación y que se consiga pronto la inmunidad de rebaño.
¿Pueden aguantar las empresas ibicencas otra temporada como la pasada?
Sería catastrófico porque había empresas que habían ejecutado inversiones, hay inversiones que a su vez están paradas, había empresas que tenían planes de expansión, otras que tenían pulmón financiero...pero todo esto tiene un límite. La rueda de la economía tiene que volver a circular. En Eivissa vivimos de manera estacional y no podemos estar dos años completamente parados; esto no funcionaría y sería catastrófico. La resistencia y la moral de las empresas están al límite y todavía nos queda ánimo y fuerza porque tenemos la esperanza y la ilusión de salvar parte de 2021. Por ello, queremos tener la máxima información, máxima transparencia y que haya colaboración público-privada. Las patronales pedimos esto.
¿Han hecho un cálculo aproximado de pérdidas en Eivissa? ¿Las ayudas serán suficientes para cubrir estas pérdidas?
No se ha hecho un cálculo, pero las ayudas seguro que no cubrirán las pérdidas. Las ayudas están llegando con bastante retraso. Todo el sector en general va a necesitar ayudas económicas. Todas las administraciones, ya sean locales, insulares, autonómicas o el Gobierno central, deben prestar máxima atención a las empresas y en cada momento ver cómo se puede ayudar. Sobre todo, pedimos agilidad en la burocracia y trámites. Hay que ayudar a todos los sectores porque hay obligaciones muy importantes y también pedimos que, donde no hay actividad, no se cobren las tasas. Todas las ayudas que lleguen al sector privado serán pocas, pero es vital que haya ayudas directas. He hablado de ayudas a empresas, pero los ERTE son vitales también por la cobertura social; es gente que lo ha pasado muy mal en 2020 y que lo está pasando mal porque el invierno se complica mucho sin haber podido trabajar el verano anterior; que se haya confirmado que se alargarán hasta el 31 de mayo es importante, pero estaremos pendientes por si es necesario que se alarguen más.
¿Se están vendiendo hoteles en Eivissa para recuperar liquidez?
Las crisis provocan que siempre haya movimientos de activos, esto ha pasado siempre. Los fondos de inversión buscan lo que son precios ‘ganga' y ahora esto en Eivissa no se está dando todavía. Si hay algún activo a la venta está, incluso, por encima de los precios de mercado; es muy difícil encontrar algo asequible ahora en Eivissa, pero es una opción que está ahí.
¿En qué debería incidir Eivissa como destino turístico para atraer viajeros?
La gran suerte es que tenemos muy trabajada la marca ‘Ibiza' en los últimos años. Hemos creado segmentos muy importantes, como el Ibiza Convention Bureau, que ha crecido muchísimo en los últimos años y que está ayudando a desestecionalizar la temporada. Los eventos deportivos también son muy importantes y ayudan a iniciar antes y extender más la temporada.
También tenemos el sector del lujo en Eivissa, que a la isla le ha aportado mucho y toda la oferta de empresas que se ha aglutinado en torno a Ibiza Luxury Destination es muy importante. Estamos potenciando el sello de turismo familiar y el turismo gastronómico; algunos de los chefs más importantes del país y del mundo trabajan en la mayor de las Pitiüses. De hecho, Ibiza está ligada, a través de los chefs, a 24 estrellas Michelin y hay mucha gente que viene por la calidad de la gastronomía que se ofrece en la isla. No podemos dejar de lado el turismo wellness y de salud, así como el del ocio nocturno y diurno, que es muy potente y está muy bien organizado, además de ser conocido mundialmente. Al final se han ido especializando los segmentos y esto es muy positivo. Tenemos un destino turístico que puede competir con cualquier otro en muchos niveles.
¿Se debe renfocar la estrategia de promoción hacia el turismo nacional este año?
Lo que nos ha enseñado 2020 es que se ha movido todo a corto plazo y que no se han podido tomar decisiones de ningún tipo con anticipación. Trabajábamos semana a semana y el turismo nacional funcionó bien a última hora; es el que ha tenido más opciones para viajar aquí. Ya se trabaja con empresas a nivel nacional y con navieras para que esto funcione desde el primer momento. La tendencia será similar este año, aunque seguramente la situación a nivel internacional mejore y podamos tener turismo de otros países.