Terraza Balear no es solo una tienda de muebles. Ni muchomenos. La empresa, fundada por Mariana Muñoz hace ya once años, acompaña a sus clientes en el proceso de convertir cuatro paredes en un hogar. Cuenta con un equipo de arquitectura de interiores, que miman con esmero todos los detalles.
Muñoz inició la aventura en 2010, junto a dos socios, con la intención de ofrecer un producto de lujo que cumpliera siempre con dos premisas fundamentales: la calidad y el diseño.
“Empezamos en 2010, en plena crisis, y con el polígono de Son Bugadelles en Calvià casi desierto. Era una locura pensar en montar un negocio enfocado al lujo, pero lo hicimos. Comenzamos con dos socios alemanes, pero unos años después compré las participaciones de ambos”, señala.
La empresaria, fundadora, propietaria y gerente, siempre ha tenido claro que el proyecto de negocio necesitaba constante reinversión. “Cuando tienes socios inversores lo que buscan es un rendimiento recurrente y tienen normalmente un horizonte temporal más corto. Yo tenía claro cuál era el objetivo, dónde quería llegar y para ello era necesario reinvertir para seguir creciendo y materializar nuestra propuesta de valor”, explica
Terraza Balear comenzó en una pequeña esquina del polígono de Son Bugadelles, que con el paso del tiempo amplió y que en poco tiempo tendrá ya más de 1.400 metros al arrendar también el local continguo. Muñoz considera que la localización es fundamental, puesto que la zona dispone de un amplio parking y, además, se encuentra entre el Port d'Andratx y Son Vida, donde se ubican buena parte de sus clientes.
El nombre, Terraza Balear, hace pensar en muebles de exterior y solo inicialmente fue así. “Inicialmente, estábamos centrados en el mueble outdoor, pero nuestra apuesta ya pasaba por la calidad y el diseño”, argumenta. De esta manera, la principal oferta de Terraza Balear ha estado siempre ligada a marcas italianas, punteras tanto en calidad como en diseño.
Pasar a vender muebles de interior fue la evolución natural de la empresa. Un año después de inaugurar ya habíamos evolucionado atendiendo así la demanda de multitud de clientes.
El gran cambio de Terraza Balear llegó en 2016 cuando la empresa planteó una estrategia diferenciadora para dejar de ser una tienda de muebles al uso y convertirse en el partner de sus clientes para la realización de proyectos integrales de interiorismo. “En lugar de contratar comerciales empezamos a incorporar interioristas. La empresa dio un giro espectacular. El suministro es una peldaño más, pero pensamos en modo proyecto. Fue en 2016 cuando ampliamos por vez primera nuestro establecimiento. Tenemos nuestro propio estudio de arquitectura de interiores. De hecho, el 90% del movimiento de facturación pasa por el estudio”, indica.
Terraza Balear realiza ahora proyectos integrales, tanto de nueva construcción como de rehabilitación. Cuenta con 32 profesionales del interiorismo, que se distribuyen en diferentes departamentos: arquitectura de interiores, cocinas, baños y armarios, proyectos de mobiliario, estilismo y obras de arte... Además, y hasta completar una plantilla de 60 personas, la organización interna de Terraza Balear provoca que cuente con especialistas en finanzas, contabilidad, administración, compras o logística, además de instaladores-montadores.
Terraza Balear ofrece un servicio personalizado, que cuida con esmero todos los detalles. De esta manera, en el departamento de estilismo y obras de arte, que cuenta con tres personas -dos licenciadas en bellas artes-, es el lugar en el que rematan el trabajo.
La pandemia también se ha notado en Terraza Balear, pero la empresa se ha preparado para un presente y un futuro mejor. “Hemos sido valientes y comenzamos 2021 con un incremento del 33% en nuestra plantilla para dar salida a la demanda acumulada. Tenemos previsto un crecimiento en las ventas de un 50% respecto a 2019 y, al menos hasta el momento, nuestro plan de negocio se está cumpliendo. Esperamos pasar de 180 proyectos al año a los 270”, asegura.
La empresa trabaja de forma regular con 36 promotores diferentes a los que ofrece proyectos personalizados, que contribuyen a la rápida venta del inmueble. “Un hogar siempre es más fácil de vender que una casa”, argumenta Muñoz, que no duda en indicar que Terraza Balear es una valiosa herramienta de venta para ellos. “Nuestro desafío es que una vivienda no esté en el mercado más de 60 días. Plasmamos el proyectos en renders y otros medios técnicos, multiplicando de esta forma las opciones de una venta anticipada. Nos consideramos partners del promotor”, explica la propietaria, que recuerda como en 2019 consiguieron que sus proyectos para viviendas nuevas solo estuvieran en el mercado 49 días.
Muñoz explica que Terraza Balear trabaja con muchos promotores mallorquines. “Tienen un gran conocimiento de sus clientes y saben que nosotros somos una herramienta más en el proceso de venta. Mediante el diseñeo y arquitectura de interiores conseguimos facilitar el proceso de venta en beneficio de todas las partes”, asegura.
Terraza Balear dispone de las mejores marcas, entre las que destaca Minotti. “Es como el Bentley del mobiliario. Marca la pauta”, señala Muñoz, que asegura que disponen de diferentes marcas en exclusiva o semi exclusiva.
Terraza Balear está enfocada al mercado alemán, que supone el 85% de su facturación. A continuación figuran suizos, británicos, españoles... En general, se trata de extranjeros que tienen una segunda residencia en Mallorca. Muñoz destaca la propuesta de valor que ofrece. “Nosotros vendemos un hogar”, asegura.
El equipo de Terraza Balear proyecta grandes espacios y también los más pequeños. “Con la pasión con la que llevamos a cabo nuestro trabajo, un claro conocimiento de nuestro público objetivo, con el producto de altísima calidad y diseño y con el talentoso equipo de profesionales que conforman nuestro team, seguimos añadiendo máximo valor a los proyectos en los que intervenimos, de manera que reflejen el ADN de la casa y se distingan como lo que son: proyectos Terraza Balear”, explica.
Finalmente, la fundadora, propietaria y gerente pone en valor las tres ‘Pés': producto, procesos y personas.