Siendo cierto que este mes de octubre ha sido muy positivo para las bolsas, los comportamientos han variado por zonas geográficas de una forma muy clara: rentabilidades extraordinarias para las bolsas norteamericanas, muy buenas para las europeas y malas para los países emergentes y Japón.
Mucho se ha hablado del riesgo de inflación que debería provocar subidas de tipos de interés y penalizar a las empresas tecnológicas. Dos de los tres factores se están confirmando: la inflación es muy alta (sea temporal como dicen los banqueros centrales o no), los tipos de interés reales (Euribor o deuda pública) están subiendo de forma consisente, pero este mes el índice tecnológico Nasdaq ha liderado las subidas con un +7,27% seguido del S&P que también integra mucha tecnología con un +6,91% y el Dow Jones con un +5,84%. Además, el Nasdaq con los muchos baches que ha tenido este 2021 (cinco veces ha caído más de un 8%) ya supera el 20% de rentabilidad marcando a cierre de mes máximos históricos.
No tan espectaculares como las de Wall Street pero muy importantes han sido las subidas de las bolsas europeas: EuroStoxx (Zona Euro) +5%; CAC francés +4,76%; MIB italiano +4,64%; IBEX +2,97%; DAX alemán +2,81% y FTSE británico +2,13%.
Profundizando en el selectivo español, buena parte de esta resultado se debe a la recuperación de parte de las bajadas de las compañías eléctricas. No en vano las mejores han sido Solaria (renovables), Iberdrola, Acciona (con componente de renovables en el holding) y Endesa con revalorizaciones mensuales del 26,29; 17,63; 15,78 y 14,49% respectivamente.
Sin embargo otros sectores cíclicos y defensivos han lastrado parte de estas subidas: Pharmamar, Caixabank, IAG y Telefónica han perdido un 9,85; 7,41; 7 y 6,98% respectivamente.
El tercer bloque geográfico es el de países emergentes que con la excepción del Hang Seng de Hong Kong que ha subido un 3,26% o el Sensex indio que se ha mantenido plano (+0,31%), han presentado rentabilidades realmente malos como el -3,20% del Kospi coreano o el -6,74% del Bovespa brasileño que, además ya acumula pérdidas superiores al 13% en 2021. A estos países añadimos Japón que, evidentemente, sin tratarse de un país emergente, ha sufrido cierto contagio en Asia con una pérdida del 1,90%.
Es posible que estos tres bloques tan marcados se anticipen a la evolución futura de las bolsas: la tecnología tan presente en Wall Street sigue muy fuerte a pesar de la inflación; los valores cíclicos, a pesar de las subidas del petróleo y los problemas de suministro, siguen subiendo aunque en menor medida y a Asia le puede estar afectando el contagio de los problemas económicos en China, en parte motivados por la burbuja inmobiliaria que han vivido, en parte por decisiones de su propio Gobierno.
En las próximas semanas conoceremos más resultados empresariales, nuevas perspectivas de bancos centrales con posibles calendarios de tapering y de subidas de tipos. Todo ello marcará el final del año bursátil que va camino de ser positivo, para la mayoría de bolsas y para inversores con una cartera diversificada.