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Export Directe: mobiliario urbano hecho en Menorca con material reciclado

Toni Goñalons, a la derecha, con parte del equipo comercial y técnico que trabaja en Export Directe en su nave de Sant Lluís, en Menorca. | Josep Bagur Gomila

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En la quimera por cuidar del medio ambiente y ofrecer una vida útil a aquellos residuos que ensucian el planeta, existe en Menorca una empresa que fabrica y comercializa desde hace casi dos décadas toda clase de mobiliario urbano montado exclusivamente con plástico reciclado. Una poderosa idea que Toni Goñalons y Antonia Vidal decidieron llevar a la práctica en 2003, empujados por su conciencia ecológica y sus ganas de crear productos innovadores y de calidad. Su empresa da trabajo a doce personas durante todo el año y sus productos manufacturados en la isla se distribuyen por todo Balears y el resto de geografía española. Otra de sus líneas de negocio es la generación de soluciones para personas con movilidad reducida. El año pasado facturaron un millón de euros.

INICIO. Toni Goñalons ha trabajado toda su vida como comercial para diversas empresas y fue a principios del año 2000 cuando realmente sintió que había dado con algo especial que trascendía más allá de lo que hasta ahora había hecho. Descubrió unas alfombras hechas a base de resina de árbol y algodón, un producto que le llamó la atención por su innovación y especialmente por su trasfondo ecológico. Sin pensárselo dos veces, contactó con el fabricante y empezó su distribución en exclusiva para todo Balears, iniciando una aventura empresarial alrededor de los productos eco. «Yo lo que buscaba era poder distribuir productos que fueran útiles, e innovadores pero sobretodo, que fueran ecológicos y que aportaran un valor real al cliente», explica Goñalons. Con esta filosofía fundaron Directe CB junto a su mujer para dar cobertura a esta y muchas otras ideas que iban apareciendo en la misma línea. «El negocio lo arrancamos en el garaje de casa pero al poco tiempo decidimos alquilar un local de 150 metros en el centro de Sant Lluís para poder estocar todo nuestro portfolio», detalla. Otro de los artilugios que recuerda que triunfaron fueron unos dispositivos que se instalaban en grifos y duchas para el ahorro de agua, siguiendo la misma idea de mejora del medio ambiente.

Su curiosidad e inquietud por comercializar todo este tipo de productos eco fue el detonante que le hizo fijarse en una empresa que se dedicaba a fabricar tablones de plástico reciclado. «La idea me fascinó tanto que enseguida pensé que podía trasladarla a Menorca con el propósito de hacer lo mismo. En aquel momento contaba con un par de trabajadores y visualicé que podíamos ser capaces de hacer algo similar en mobiliario urbano e incluso elementos de exteriores para el sector de la hostelería», explica Toni Goñalons. «Con el paso del tiempo aprendimos que la utilización de este plástico reciclado, que proviene de todo aquello que un día tiramos en los contenedores amarillos, nos abría un mundo de posibilidades infinitas en la creación de elementos de exterior cuya característica común era su durabilidad, su resistencia contra problemas como la humedad o la corrosión e incluso los actos vandálicos, entre otras muchas ventajas», destaca. Así nacería Export Directe.

EXPORT DIRECTE. Con la idea en la cabeza crearon la marca Export Directe y diseñaron un catálogo que fueron a enseñar a instituciones públicas y empresas con ejemplos de lo que podían ser capaces de fabricar, desde mesas de pícnic, bancos, papeleras, barandillas, pérgolas, jardineras o incluso muebles para parques infantiles, entre otras muchas aplicaciones. «El retorno ambiental era muy claro. Fabricar un banco con este material permitía reciclar 1.470 envases y hacer una mesa de pícnic, por ejemplo, 2.810. Nuestros clientes se dieron cuenta que adquiriendo aquel mobiliario que les ofrecíamos, estaban también contribuyendo a mejorar el medio ambiente sin renunciar a un producto de gran calidad», explica Toni Goñalons. La necesidad de disponer de un taller para poder trabajar en condiciones como si fueran un taller de carpintería y también un almacén donde guardar el material, les animó a adquirir una parcela de 900 metros cuadrados en el polígono industrial de Sant Lluís, donde levantaron una nave que hoy es la sede de Export Directe. «Dividimos una zona de exposición y otra de taller en la que instalamos maquinaria para poder ensamblar las piezas. La versatilidad del plástico reciclado nos permitía poder estocar productos acabados pero también trabajar a medida según la necesidad del cliente. Nuestros primeros clientes nos llegaron de Menorca y Mallorca pero al poco tiempo dimos el salto a la península con instalaciones en Valencia, Catalunya, País Vasco o Galicia», explica el gerente de Export Directe. Hoy día cuentan con un diseñador especializado en 3D que les ayuda a conceptualizar los pedidos en renders para que el cliente visualice la idea final a partir del croquis inicial. También han iniciado hace dos años un proyecto de digitalización con el que quieren automatizar todos los procesos de trabajo, desde compras, ventas y taller. «Hemos creado unas fichas de producto que nos permitirán ser más ágiles y que estarán comunicadas con la página web», explica Toni Goñalons. Al año utilizan una media de 36 toneladas de plástico reciclado.

Este mobiliario es ultraresistente y duradero.

MOVILIDAD. Durante la crisis de 2008 decidieron complementar la actividad de la empresa con la creación de una división independiente que no tiene que ver con la fabricación de mueble pero sí que está relacionada con aportar soluciones innovadoras. En este sentido, se trata de soluciones de accesibilidad para personas mayores o con movilidad reducida. «A través de un conocido nos llegó una petición de una persona a la que habían instalado en casa una silla salvaescaleras que no le funcionaba porque la empresa instaladora era de fuera y no tenían nadie en la isla. De este modo, pensamos que podía ser una oportunidad para nosotros el poder asumir con nuestro equipo técnico este tipo de trabajos o mejorarlos con la instalación de plataformas, elevadores verticales y ascensores neumáticos», explica Toni Goñalons. A partir de aquí asumieron la distribución de las marcas Onleve y PVE para su comercialización e instalación en Menorca. También incluyeron servicios de domótica para viviendas, como por ejemplo la instalación de equipos de aspiración centralizada u otros automatismos tanto para el hogar como para la empresa. «Se ha convertido en nuestra segunda línea de negocio después de la fabricación de muebles con plásticos reciclados, que es por lo que más nos conocen», concluye Toni Goñalons.

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