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De las restricciones a la recuperación

La temporada turística se inició en los primeros días de julio, pero transcurrió con normalidad y buenas ocupaciones hasta finales de octubre. Foto: J. Morey | Jaume Morey

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Este año 2022 empieza con la esperanza de que sea el año de la recuperación definitiva y con el impulso que han de suponer los fondos europeos. Diferentes asociaciones empresariales de Balears hacen balance de un 2021 marcado por la incertidumbre y las decisiones hora por hora. Un año que ha ido de menos a más, del desastre a la recuperación. La pandemia y las restricciones han tenido un impacto desigual según el sector, pero la actividad todavía es menor que en 2019 excepto en la construcción. Agencias de viaje, comercios, autónomos, restauración y servicio discrecional son los sectores que peor lo han pasado. El Govern prevé un avance del PIB en 2021 del 11,6% y que en 2022 se recuperen los niveles de actividad prepandemia. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional ha rebajado las previsiones de crecimiento de España y algunos organismos, como BBVA Research, han reducido el avance de Balears al 8% del PIB frente al 10,3% previsto inicialmente.

La presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) Carme Planas destaca la capacidad de resistencia que han mostrado las empresas de Balears y el crecimiento de la economía de las Islas. «La incertidumbre ha condicionado muchísimo la actividad. Los empresarios hemos navegado en aguas turbulentas y hemos tenido que demostrar nuestra capacidad de resiliencia para sobrevivir entre la improvisación y el caos de esta crisis sanitaria y económica», señala.

Planas lamenta la ausencia de la parte fiscal del REB y recuerda la contracción de la economía provocada por la pandemia. «A todos los problemas derivados de la COVID-19, este año se suma la ausencia del reconocimiento real del Régimen Fiscal de Balears donde se recoge la peculiaridad de la insularidad. Un año más esta propuesta se ha quedado en un cajón a la espera de ser aplicada. La crisis sanitaria ha seguido siendo la protagonista en 2021. Ha provocado una contracción de nuestra economía sin precedentes, que nos llevará mucho tiempo y esfuerzo superar pero que quede muy claro que no estamos ‘tocados y hundidos'. Es el momento de remar hacia la misma dirección, pero hay que remar a la vez, con acuerdos resultado del diálogo social y de una colaboración público-privada efectiva donde el diálogo social es más necesario que nunca. El actual contexto y la incertidumbre sobre la capacidad de sortear los obstáculos que han ido apareciendo en el camino, explican que una parte del crecimiento previsto para 2021 se haya pospuesto para el siguiente», argumenta.

La presidenta de CAEB espera de este 2022 que la situación sanitaria mejore y que la economía de Balears se recupere. «Ojalá el año que entra se diferencie de este por la mejora de la situación sanitaria, de las empresas, de una mayor creación de empleo y como resultado de ello, una mejora de la economía y del bienestar de los ciudadanos de Balears. De 2022 esperamos más incentivos fiscales para asegurar la recuperación económica y que de una vez se aplique el REB. También deseamos con fuerza que haya menos personas paradas, menos empleados en ERTE y más facilidades para la creación de empleo juvenil. No será fácil, pero seguro que entre todos haremos que 2022 sea el camino al progreso económico. Deseamos que las cotizaciones a las empresas no suban, ya que pueden contribuir a un deterioro de la competitividad.», indica.

Finalmente, Planas pone en valor la importancia de que las empresas de Balears no se queden fuera de los fondos europeos. «Las empresas de Baleares no pueden permitirse quedar fuera de los fondos europeos. Constituyen una oportunidad que no podemos dejar escapar. Desde CAEB estamos comprometidos con los objetivos y promovemos esta oportunidad estratégica para lograr una economía sostenible, descarbonizada y eficiente en el uso de los recursos. En estos momentos es vital la colaboración público-privada eficiente y eficaz para aprovechar al máximo los fondos que provengan de Europa, así como disponer de información lo más precisa posible en un asunto tan complejo», acaba señalando.

Los bares y restaurantes sufrieron numerosas y duras restricciones durante los primeros meses del pasado 2021. Foto: P. Lozano

Jordi Mora, presidente de la Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM), quiere ser optimista. «En 2022 hemos de intentar recuperar la sonrisa y el optimismo, tanto a nivel de sociedad como de la economía. Empresario y trabajadores tenemos que ser más positivos. Aun así, desde PIMEM vemos que hay tres grandes retos. Uno es la incertidmbre, para la economía es un mal compañero de viaje y en 2022 seguro que saldrán nuevas variantes de COVID-19 que no ayudarán. Un segundo reto es devolver los 140.000 millones de euros de préstamos ICO que prestó el Gobierno españo, el 90% a pymes, y que hay que retornar a partir de abril, cuando finalicen los dos años de carencia de estos préstamos. Y en tercer lugar, los fondos europeos. Somos muy defensores de los fondos europeos pero de momento estos fondos no están llegando a las pymes, no se están diseñando para que lleguen al 95% del tejido empresarial. No puede ser que el dinero quede solo en manos de grandes empresas y, por tanto, queremos ver un 2022 con optimismo pero sin olvidar estos tres retos», detalla.

Como análisis del año saliente, Mora señala un primer semestre con grandes dificultades y un segundo semestre de recuperación. «El balance de 2021 es muy importante porque venía de un 2020 donde la economía balear cayó un 20%, el retroceso más importante de España. En el primer semestre hubo muchas dificultades y la Mesa del Diàleg Social tuvo que hacer un esfuerzo para imponer restricciones que no eran agradables para nadie, con manifestaciones del sector de la restauración, y diseñamos una hoja para poder llegar al 1 de junio en las mejores condiciones para tener temporada turística. Hemos tenido una temporada turística que ha llegado a mediados de octubre siendo optimistas, pero ha sido buena dadas las circunstancias. En abril o mayo era impensable que pudiéramos tener lo que tuvimos, y así ha funcionado 2021, con el inicio de temporada turística se ha iniciado la recuperación económica real en el segundo semestre que está llegando a las empresas y a los trabajadores». Asimismo, Mora destaca las ayudas públicas que se han puesto a disposición. «Ha habido una cobertura social como no había habido nunca. Por primera vez se ha dado una prestación para autónomos, otra para fijos discontinuos, y las ayudas a fondo perdido de 855 millones para las empresas, que es una cantidad muy, muy grande. Ha supuesto una inyección de liquidez al mercado y una ayuda para impulsar la economía en el segundo semestre», concluye.

Maria Frontera, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, hace un balance positivo del pasado 2021, aunque recuerda las vicisitudes experimentadas durante el año. «La apuesta del sector hotelero en 2021 ha sido muy destacable. Aunque el covid ha dinamitado la planificación con la que trabajábamos hasta que irrumpió la pandemia, hemos alcanzado una tasa de apertura del 88%. Muchos establecimientos abrieron con niveles de reservas muy bajos, pero con la voluntad de apostar por el destino y el propósito de reactivarse. Aun así, desde octubre de 2019, un 12% de la planta hotelera ha permanecido cerrada porque no ha tenido capacidad de afrontar la reapertura. Aunque la temporada se inició en junio de forma desigual dependiendo de los productos y mercados con los que operaba cada zona turística, la actividad se ha ido desarrollado de forma incremental. En enero contábamos con 47 hoteles abiertos y en agosto, al compás de la recuperación de la conectividad aérea, alcanzamos el pico de 736 hoteles operativos. A principios de diciembre en Mallorca alrededor de un centenar de hoteles permanecían abiertos pero no podemos decir que la temporada turística se haya alargado porque las cifras no superan a las de 2019. Dadas las circunstancias, el balance puede calificarse de positivo en Balears con incrementos de llegadas y de gasto turístico superiores a la media nacional, lo cual se sustenta en la capacidad de las Islas para proyectar una imagen de destino seguro gracias al esfuerzo empresarial, a los trabajadores, a los profesionales sanitarios y de la coordinación con las administraciones públicas», explica.

Respecto a 2022, Frontera expresa sus buenos deseos, aunque es consciente de la incertidumbre que preside aún cualquier tipo de previsión. «Europa afronta la sexta ola derivada de la irrupción de la variante ómicron y unas tasas de vacunación inferiores a lo deseable en ciertos países emisores. Debemos aprender a convivir con el virus y es necesaria la armonización de medidas a nivel europeo para garantizar la seguridad y movilidad de los viajeros. Paralelamente asistimos a nuevos desafíos globales que deben encontrar respuesta en la articulación de cambios necesarios a favor de la transición turística de Balears. El gap negativo que arrastramos respecto a la temporada 2019 en Balears está actualmente en el 42,9%. Si la situación de nuevas variantes y oleadas se controla, podría recortarse el tiempo de recuperación aunque recordemos que seguimos condicionados por la incertidumbre, por el alza de los precios energéticos, las materias primas y otros costes operativos, además de la entrada en vigor de distintas reformas como la laboral que explican que las expectativas se estén moderando considerablemente», acaba apuntando.

La temporada turística ha sido mejor de lo esperado a principios de 2021.

Rafel Roig, presidente de la Federación Empresarial Balear de Transportes, explica que el año ha sido desigual para las empresas. «Las que se dedican al transporte con autocares de más de 55 plazas han tenido un mal año. La turoperación ha bajado y las excursiones también ha retrocedido de forma importante. En cambio, las empresas que se dedican al pequeño transporte y los rent a car han tenido un año mejor del que se esperaba, aunque se ha quedado lejos de 2019. Las empresas de coches de alquiler han tenido el problema añadido de la falta de vehículos, que ha provocado que en algunas puntas de trabajo hayan faltado coches», explica. Respecto a 2022, Roig considera que en las actuales circunstancias es complicado aventurarse con un pronóstico. «Es muy difícil hacer previsiones, puesto que las circunstancias cambian con mucha rapidez. En principio, esperamos recuperar en torno al 80% de la facturación de 2019», indica.

Antoni Miquel Fuster, gerente de la Unión Balear de Entidades Sanitarias (UBES), señala que 2021 ha sido un año de recuperación. «El pasado 2021 ha sido un año de recuperación de actividad ordinaria de consultas e intervenciones y también de la atención sanitaria a turistas, mientras hemos seguido atendiendo actividad COVID-19. Durante 2022 pensamos que la recuperación se irá consolidando. La actividad COVID-19 pasará ser más residual, perderá protagonismo y recuperaremos la normalidad en la sanidad de titularidad privada», detalla.

Xisco Mulet, presidente de la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Balears (Aviba), asegura que 2021 no ha sido un buen año, sino todo lo contrario. «Durante 2021 el mercado de las agencias de viajes receptivas de las Islas ha realizado un 25% de las operaciones habituales de un año considerado normal. Los dos últimos meses del año han sido muy flojos en las Islas, algo que suele ser habitual, pero si lo sumamos a la caída del verano hace que la situación se complique para el sector. Mercados que estaban consolidados, como el asiático y el ruso, han caído estrepitosamente por las restricciones sanitarias impuestas por sus países de origen y en algunos casos por el propio Gobierno estatal. Lo único que ha mejorado de manera considerable es el turismo nacional, francés y polaco», explica. En cambio, Mulet se muestra muy optimista ante 2022 y augura un año muy bueno, mejor incluso 2019. «La previsión para 2022, si se trabaja en una línea clara en cuanto a las medidas sanitarias, -algo que desde Aviba se echa en falta por parte de las administraciones-, se augura un año muy bueno, incluso superando en un 20% o 30% a un año prepandemia. Prevemos que se reactivará el mercado alemán porque ya estamos notando interés del turista germano para 2022. El británico es más cauto y motivos no le falta, ya que la improvisación por parte de su gobierno durante toda la pandemia hace que las reservas se estén ralentizando más de la cuenta por el miedo a no poder viajar durante el periodo estival. En cuanto a las agencias emisoras, que trabajan con el mercado residente para la ejecución de sus vacaciones, este año tan solo han podido alcanzar el 35% del volumen de un año de no pandemia. El turista nacional, a la hora de escoger sus vacaciones ha elegido seguridad y proximidad, lo que ha hecho que la producción global de viajes haya caído estrepitosamente. Un consenso en las medidas sanitarias a nivel europeo provocaría una reactivación del sector en viajes de vuelo más hotel y circuitos, cuando ahora todo es miedo e incertidumbre. Además, la UE está pasando de perfil a un plan de recuperación real del turismo, y hasta la fecha, sigue habiendo aerolíneas como Ryanair que tras el cierre de Austria se niegan a devolver el dinero. Y todo ello a plena luz del día y ante la inacción de las autoridades reguladoras. Ante este escenario, se posicionan destinos cada vez más ‘enfrascados', menos low cost, y con vuelos chárter para la máxima seguridad de nuestros clientes», acaba señalando.

El sector de la construcción ha experimentado una leve recuperación durante el pasado 2021. Luis Martín, presidente de la Asociación Empresarial de Promotores Inmobiliarios de Balears, explica también que durante los últimos meses del año se ha producido un severo parón en las ventas. «Durante el pasado 2021 se produjo una relativa recuperación, protagonizada en un alto porcentaje por no residentes. El mercado local no se ha recuperado, ya que no hay producto. Los meses finales del año tampoco fueron buenos, ya que la incertidumbre no es un buen compañero de viaje. Además, durante el pasado 2021 se publicó el Plan General de Palma, que no favorece en nada al sector. Y el problema de la extrema lentitud en la tramitación de las licencias de obras se ha cronificado. La construcción de viviendas de protección oficial (vpo) es prácticamente testimonial», significa.

Respecto a 2022, Martín augura una mejora relativa con el paso de los meses. «Dependemos de la evolución de la pandemia, aunque esperamos que el actual parón en las ventas finalice en marzo o abril. En todo caso, el alto precio del suelo provoca que se recupere antes la demanda para compradores de alto poder adquisitivo. Habrá incrementos de precio, que pueden llegar a ser superiores al 15%. La tensión ante el alto precio y la escasez de algunos materiales agravó durante el último tercio del año las dificultades del sector», acaba señalando.

Este año ha habido afluencia de personas que han hecho compras de Navidad, como en la imagen en Eivissa.

Fanny Alba, presidenta de la Asociación de Constructores de Balears, asegura que en 2021 se ha iniciado la recuperación y que todos los indicadores han sido positivos. «Me alegra señalar que la construcción en Balears va a cerrar 2021 con todos sus indicadores en positivo y siendo el primer sector económico de las Islas en recuperar las cifras de actividad anteriores a la pandemia. La inversión total de obra privada en proyectos de ejecución, hasta el tercer trimestre, ha crecido un 19% respecto a 2020 superando ya la cifra de los 1.100 millones de euros. Si comparamos la cifra con el año 2019, el aumento es del 8%. En obra pública, a pesar de tener cifras positivas respecto al año pasado, somos la comunidad autónoma que más lejos se encuentra de recuperar el volumen de actividad previo a la pandemia con una caída del 46%, hasta el mes de octubre. Destaca la bajada de las inversiones de la administración central en un 90% aunque la de Consells y ayuntamientos ha crecido un 120%. Como nota más negativa quería resaltar el desorbitado aumento de los costes de las materias primas y el desabastecimiento de materiales que está sufriendo el sector. Esto está provocando un desequilibrio económico en los contratos inasumible para las empresas además de paralizaciones y retrasos en las obras. Por otra parte, en el sector público algunas licitaciones han quedado desiertas al no tener las administraciones un mecanismo de revisión de precios, ni haber actualizado los precios de los proyectos», explica.

La presidenta de los constructores tiene depositadas grandes esperanzas en 2022 ante la llegada de fondos europeos, aunque es consciente de la lentitud administrativa. «La llegada de los fondos europeos tanto para proyectos de obra pública como privada en subvenciones dirigidas a la mejora de la eficiencia energética de edificios será determinante en 2022. Nos preocupa la lentitud en la convocatoria de estos programas y en las licitaciones de obra pública porque no vamos a poder a empezar nuestra actividad como mínimo hasta el segundo trimestre del año. Esto puede provocar un cuello de botella si no se introducen cláusulas de revisión de precios en los contratos y se implementan mecanismos para agilizar las tramitaciones administrativas, como por ejemplo, las licencias. Todas las obras deben estar concluidas el 30 de junio de 2026. Si no se cumplen habrá que devolver el dinero a Europa y se habrá perdido una oportunidad histórica», acaba señalando.

Antoni Garí, presidente de la asociación Construïm, de industria de la construcción, está satisfecho. «En nuestro sector industrial de materiales de construcción hemos tenido un incremento de la facturación del 15% respecto a 2019 y del 40% respecto a 2020. Somos positivos porque vemos que cada vez la gente pide más materiales kilómetro cero, reciclados y sostenibles, y esto nos ayuda. En 2021 también hemos tenido dificultades por el encarecimiento de materias primas, que han llegado al 60-65% y que han repercutido en subidas del precio final del 20-25%, así como escasez de materias, y también hemos tenido problemas de transporte», explica Garí.

«Para 2022, la palabra clave es incertidumbre, que todavía será mayor, pero somos positivos porque a pesar del covid la gente tiene ganas de hacer cosas. Es cierto que la subida de precios está ralentizando algunos proyectos, pero la rehabilitación energética es una gran oportunidad para la industria de Balears y estamos acreditando nuestros productos y procesos con certificados ambientales. Desde la industria apostamos por la innovación en sostenibilidad. Pedimos una agencia pública potente para impulsar la innovación de verdad para crear así crecimiento económico sostenible y empleo cualificado para todo el año», concluye.

El Gremio de Peluqueros de PIMEM también está medianamente satisfecho de la actividad en 2021, tal y como explica Rafa Rubio. «2021 no ha ido mal, a pesar de que casi no ha habido eventos. Vemos que con la nueva normalidad no hemos tenido puntas de trabajo como pueden ser las bodas, comuniones o por Navidad. Ha sido un año atípico, pero no malo. También vemos que como ahora los clientes siempre piden hora, buscan un plus de calidad. Puede ser que vengan menos, pero quieren un servicio más amplio y una experiencia. Sin embargo, será difícil recuperar lo que hacíamos en 2019», analiza.
«En 2022 las perspectivas pueden ser buenas porque la gente consume y gasta. Esto, a pesar de que el encarecimiento de la energía no sabemos hasta donde llegará y que no hemos conseguido la ansiada bajada del IVA, pero a nivel de actividad creemos que puede ir bien», indica Rubio.

En 2021 el sector de la restauración ha tenido una facturación del 50% respecto a 2019. Así lo ha puesto de manifiesto Eugenia Cusí, presidenta de RBC-Mallorca. Indica que los ciudadanos han vuelto a bares y restaurantes, aunque con menos frecuencia que antes de la pandemia, y que se ha incrementado la petición de comidas a domicilio. «Ha bajado la facturación un 50% con respecto a los ingresos prepandemia y el segmento de ticket medio-alto ha tenido un mejor comportamiento. Además, las ayudas han llegado muy tarde para muchos negocios», indica. Para 2022, Eugenia Cusí señala que habrá inflación en los precios de restauración de hasta el 30%, escasez de producto, escasez de personal, aumento de los costes energéticos y tensiones en el sistema financiero que encarecerán la deuda.

El presidente de Afedeco, Antoni Gayà, explica que 2021 ha sido mejor que 2020, pero que se ha quedado lejos de 2019, el último año prepandemia. «Según los datos de una reciente encuesta realizada por el Observatorio de Comercio que cuenta con la participación de Afedeco podemos afirmar que 2021 ha sido mejor que 2020 pero mucho peor que el año 2019. La situación ha mejorado con respecto al ejercicio anterior por el cierre y las severas restricciones que se mantuvieron durante los meses del pasado año. La recuperación del sector está siendo muy lenta, dato que se confirma por la falta de contratación de nuevos empleados y por el cierre de empresas», asegura. Gayà lamenta la limitación de cruceros para 2022, al tiempo que asegura que realizar un pronóstico de cómo será el año es muy complicado. «La previsión para 2022 es incierta ya que, según esta misma encuesta, más del 70% de las ventas dependen directa o indirectamente del turismo y no sabemos cómo va a evolucionar la llegada de turistas. La limitación de cruceros, que previsiblemente se hará efectiva en 2022, va a suponer un nuevo handicap para ser optimistas de cara al año que viene», indica.

Antoni Fuster, presidente de Pimeco, indica que el año 2021 ha sido «agridulce» para el pequeño comercio. «El año 2021 ha sido difícil y complicado. El verano ha sido mucho mejor que en 2020, pero está muy lejos de 2019. Al contrario que la restauración, que se ha recuperado muy rápidamente, en el pequeño comercio la recuperación es lenta. Hemos tenido momentos buenos pero también agrios, en general ha sido agridulce», explica. Indica que los bonos de las diferentes administraciones han sido «buenísimos» para ayudar en un mes, noviembre, que es complicado. Critica la lentitud en haberlos puesto en marcha tras múltiples peticiones por parte de los comerciantes pero están contentos de que hayan llegado y piden que se repitan el año que viene. De cara a 2022, Fuster explica que es difícil hacer un pronóstico dados los rebrotes. «Espero que las vacunas hagan que podamos volver hacia una vida normal sin miedo y que vuelva el turismo, porque hemos visto que cuando ha habido apertura turística todo ha ido mejor», menciona.

Mientras que Jeroni Valcaneras, presidente de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores de Balears (UATAE Balears), señala que el alto endeudamiento y la digitalización son los principales desafíos para los autónomos. «Los autónomos somos los que peor lo hemos pasado en 2021 y los que menos ayudas hemos tenido. Somos los más débiles del sistema. Ha sido un año muy difícil y de mucha preocupación. Pensábamos que habría una recuperación, pero no.

En cuanto a 2022, esperamos que vaya bien, hay incertidumbre pero esperamos que pueda haber recuperación», señala. «Hay una gran inquietud para poder hacer frente a pagos corrientes como alquileres, impuestos, seguridad social, etc. y sobre todo poder devolver la cantidad inmensa de préstamos que todo el colectivo ha tenido que asumir para poder sobrevivir a este tiempo. Uno de los principales problemas para los autónomos es la carencia de financiación con garantías y sin sufrir abusos. Y otro gran problema es que la pandemia ha mostrado la necesidad inaplazable de avanzar en la transformación digital, pero muchos no tienen la formación en nuevas tecnologías que esto requiere», pone de manifiesto.

Ayuntamientos y consells han puesto en marcha campañas de bonos para incentivar el consumo.

Alfonso Rojo, presidente de la Federació de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera, indica que 2021 ha sido mejor de lo esperado. «Ha habido de todo, porque representamos a más de 50 asociaciones, pero en general ha habido una actividad que no se esperaba. A principios de año había pesimismo y al final los números han sido más positivos de lo que se había previsto. Ha sido así en sectores como la restauración, pero en cambio otros como el ocio no se han recuperado. También han sido muy importantes las ayudas, nos han quitado preocupación por las deudas y han permitido que los empresarios se centren en su trabajo», expresa. En cambio, tiene sus dudas para este año. «Para 2022, en octubre éramos optimistas pero ahora, con la sexta ola, vemos mucha incertidumbre. Esperamos que en primavera, cuando empieza la temporada, la ola esté más controlada y con las terceras dosis esperamos poder tener actividad», concluye Rojo.

Antoni Barceló, presidente de la Associació d'Habitatges Turístics de les Balears (Habtur), indica que el año 2021 fue mucho mejor de lo que se esperaba. «2021 fue mucho mejor de lo que se esperaba, sin llegar al nivel de 2019. La actividad fue de menos a más, ya que hasta julio prácticamente no hubo actividad. En cambio, septiembre y octubre fueron muy buenos, incluso mejores que en 2019», comenta. Barceló considera que el alquiler turístico saldrá reforzado mientras haya pandemia, dado que muchos visitantes no quieren compartir espacios y escogen una vivienda aislada, ya sea en el campo o un adosado. En cambio, la demanda de apartamentos todavía no se ha recuperado. «De cara a 2022, el ritmo de reservas en las últimas semanas era bueno y ahora se ha parado. Es cierto que por Navidad siempre baja, pero están entrando cancelaciones de reservas para enero y febrero. Esperamos que se recuperen», añade el presidente de Habtur.

Finalmente, Toni Salom, presidente del Balearic Marine Cluster, indica que durante 2021 se han llevado a cabo actividades en materia de promoción, innovación, formación y competitividad. Para 2022, el clúster apuesta por la innovación y la promoción internacional: «Seguiremos trabajando en la consolidación de Balears como destino 365 gracias a la excelente oferta náutica a nivel turístico y técnico que ofrecemos al mercado náutico».

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