Hans Lenz, director general de Engels & Völkers Mallorca Sur Oeste, es también el presidente de la Asociación Balear Inmobiliria Nacional e Internacional (ABINI).
¿Cuáles son los principales objetivos de ABINI?
Es una asociación de inmobiliarias, como hay otras en Balears, con la particularidad de que engloba a agencias de perfil internacional. Nace a raíz de los trabajos que se están haciendo para dar seriedad al sector. Hay que dar la máxima seguridad jurídica al usuario, al comprador, al vendedor, al inversor… Queremos trabajar con la administración para conseguir la mejor regulación posible. Es necesario poner orden en el sector.
¿Poner orden? ¿En qué sentido?
No se puede permitir que haya personas y agencias inmobiliarias que aparecen y desaparecen, que no son responsables y que no tienen el mínimo de seriedad. Si lo llevamos al extremo nos encontramos con que hay propietarios de agencias que han desaparecido con dinero de clientes. Hay que evitarlo. Nosotros somos catorce marcas, pero espero que en breve crezcamos un poco. En todo caso, la sintonía con las otras asociaciones es total.
¿Cuáles son los principales retos del sector inmobiliario?
La vivienda es sin duda una de las mayores tareas que tenemos pendientes de solventar. Desde 2012 hasta ahora, hemos podido trabajar con viviendas dirigidas al cliente de alto poder adquisitivo, de lujo. Nos faltan los ingredientes para poder desarrollar viviendas a un precio asequible para cualquier persona.
Entiendo que ABINI también está preocupada por esta cuestión.
Muchísimo.
Pensaba que ABINI estaba centrada forma exclusiva en el mercado de alto standing.
No. ABINI tiene como uno de sus grandes objetivos que puedan coexistir ambos mercados. Nosotros también tenemos hijos. Y van a querer vivir aquí. El problema es grande.
¿Y cómo lo solventamos?
No tiene una solución rápida. Los planeamientos urbanísticos conllevan procesos muy largos y complicados.
¿Cuál sería la propuesta de Abini?
En primer lugar, hay que abrir un diálogo sensato y profesional. Hay que generar espacios y bolsas de suelo que estén dedicados a primera vivienda.
¿Hay que crear más suelo urbano?
No se trata de crecer más allá de lo que ya está previsto. Se trata de facilitar con nueva normativa y planes especiales la construcción de vivienda. Puede dotarse de parámetros más beneficiosos al suelo existente, ya sea con más alturas o más viviendas. Eso sí, a cambio de poner un límite al precio, por ejemplo. Facilitar la construcción de viviendas para el mercado de alquiler es también fundamental. Solo en Mallorca hacen falta unas 10.000 viviendas de forma urgente.
¿Y la vivienda pública?
Es cierto que la administración ha hecho un esfuerzo enorme, pero es insuficiente.
¿Es posible la convivencia entre la vivienda de lujo y la destinada a personas con unos ingresos medios?
Claro que es posible, pero no podemos utilizar fórmulas de hace 50 años. La vivienda debe crearse alrededor de las necesidades de las personas y de su realidad. En la ciudad de Palma un 50% de la población vive sola o en pareja. Hacen falta también viviendas para jóvenes, para mayores… No hay viviendas en las que se pueda trabajar y vivir. En edificios modernos tampoco existen.
Porque vivienda de alto standing, ¿no hace falta?
No. Realmente, no.
¿Estamos ante una nueva burbuja inmobiliaria?
No. Hoy, el sistema bancario tiene unos cortafuegos que no permiten la sobrefinanciación de aquellos años. Ahora mismo el promotor tiene que comprar el suelo, ha de tener el 50% prevendido y quizás el banco le financiará el 70% del coste de la obra. El comprador, si es residente, puede alcanzar el 80% de financiación y un 70% si es extranjero.
Pero los precios están disparados.
Sí. No lo niego. El margen no está disparado. El precio, sí.
¿Están disparados los precios tanto del alto standing como del resto de viviendas?
Sí. Queda muy poco suelo de todo tipo.
Las inmobiliarias que forman parte de ABINI tienen en consideración también al cliente nacional.
En general, tenemos mucha clientela española. Claro que sí. Una marca de lujo puede trabajar todo tipo de rangos.
¿El mercado de lujo no es solo para extranjeros?
No. Hay también cliente local y español. El lujo no es solo para extranjeros, también hay compradores españoles. En Eivissa, el español es el segundo cliente después del holandés, por delante del alemán o el británico. En Palma, por ejemplo, hay mucho cliente sueco. Son muy urbanitas. En la zona suroeste de Mallorca, hay mayoría de alemanes. Y en Menorca, el mercado francés es ahora de gran importancia.
Uno de los grandes problemas es el retraso en la tramitación de licencias.
Cada ayuntamiento es diferente, pero el tiempo de espera puede oscilar entre los seis meses en el mejor de los casos y los dos o tres años. Hay que hacer un trabajo serio para desatascar la tramitación.
¿Cómo ha afectado la pandemia al sector?
El sector inmobiliario aguantó muy bien durante la pandemia. En 2020, el mercado solo bajó un 12%. En 2021 ha habido un gran auge y la inversión se ha disparado.
¿Las adquisiciones son como inversión o como segunda residencia?
En el 98% de los casos es para su uso y disfrute.