La Zona Euro lleva ya dos bajadas de tipos de interés y los mercados anticipan muchas más, lo que se puede ver en el Euribor (afortunadamente para los hipotecados) y en la rentabilidad de los bonos (afortunadamente para la renta fija). Hablando en «modo bolsa» tanto las bajadas de tipos de interés, como el control de la inflación y la ralentización económica, además de la posible recesión (en Europa ya hemos estado en recesión técnica este mismo año) suponen un cambio más que importante.
Muchas veces se habla de diversificar geográficamente y, siendo cierto, es más importante hacerlo sectorialmente: la globalización permite que empresas que coticen en un país pueden tener la mayoría de sus ventas fuera del mismo, algo muy frecuente en Europa. En España tenemos un índice muy bancarizado. Eso explica que el comportamiento del Ibex durante muchos años haya sido peor que el resto: no hace falta ir muy atrás para recordar la crisis financiera que, además, provocó seis años de tipos negativos desestabilizando más, si cabe, las cuentas del sector.
Sin embargo, con las subidas de tipos de 2022-2023 se está recuperando fuertemente. La incógnita es saber si el impacto de las nuevas bajadas combinadas con un ciclo económico débil puede provocar una nueva tendencia bajista o bien los tipos se estabilizarán y no llegará a haber recesión. Situación similar vive el MIB italiano, aunque éste con menos peso (que también lo tiene) en «utilities» (energéticas de servicios públicos) ni en Inditex, empresa con más peso en Ibex.
En el DAX alemán aparece uno de los problemas para las bolsas europeas: los automóviles. Se podría decir que es el sector cíclico por excelencia y la actual incertidumbre pesa demasiado. Esta misma semana Mercedes ha recortado sus previsiones, tras haberlo hecho días atrás tanto BMW como Volkswagen. Eso sí, todas las automovilísticas ponen a China en el foco del problema. Al índice germano le salva el peso que tiene en tecnología, sobre todo gracias a SAP, su principal posición, que está marcando máximos históricos de forma continua.
Siguiendo con la tecnología, el AEX holandés tiene en su primera posición a una empresa líder en el mundo de los semiconductores: ASML fabrica equipos de litografía para diseñadores y fabricantes de microchips (entre ellos la mediática NVIDIA). Gracias a ésta (y a ASM, otra empresa de semiconductores) es el mejor índice europeo en los últimos años y hay que tenerlo muy presente con el auge, que parece imparable, de la Inteligencia Artificial, a pesar de ciertos recortes las últimas semanas.
El CAC francés también está muy sectorizado, en este caso en el sector «lujo». No vamos a profundizar mucho, porque ya lo analizamos la semana pasada en esta sección, pero las medidas anunciadas por China en la madrugada del lunes al martes le han supuesto un impulso, al menos a corto plazo. Por último y ya fuera de la Zona Euro, el FTSE británico es el más tranquilo debido a su ponderación con sesgo más defensivo: aunque la banca es la principal posición, tiene mucho consumo defensivo, salud o energía, lo que le viene bien en momentos de incertidumbre y, especialmente, de ciclo negativo.