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Agroeivissa cumple 25 años sembrando su futuro

La cooperativa hortofrutícola se ha fusionado con Ecofeixes, una operación que servirá para rejuvenecer la plantilla de socios payeses, que son veinticinco, y ampliar la cartera de clientes

La cooperativa Agroeivissa tiene su sede en el polígono de sa Blanca Dona. | ARGUI ESCANDON

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Agroeivissa, la primera cooperativa hortofrutícola de Eivissa, acaba de celebrar sus primeros 25 años de historia. Una efeméride que ha coincidido con una de sus decisiones más importantes de los últimos tiempos: la absorción de Ecofeixes, una cooperativa de productores ecológicos. «El beneficio es para ambas partes. Para nosotros porque ingresan nueve agricultores jóvenes y con ganas, y para ellos porque usarán nuestra experiencia y nuestra estructura», apunta Sheila Gor, gerente de Agroeivissa desde el 1 de enero de este año tras la jubilación de Pep Mayans ‘Parreta’, que llevaba dos décadas en el cargo.

«Pensamos que ahora era un buen momento y una buena combinación de cara al futuro, ya que ambos estábamos a las puerta de no existir en poco tiempo. Si nuestros socios se empiezan a jubilar, había el peligro de no poder llegar a cultivar toda la demanda de la isla, mientras que en Ecofeixes no llegarían a ninguna parte sin una infraestructura a pesar de la buena voluntad de sus socios», añade Gor. De esta manera, desde el pasado 15 de octubre los nueve productores ecológicos de Ecofeixes se han sumado a los 16 de productos convencionales de Agroeivissa. Un proceso de absorción que conlleva mucha burocracia y también mucho trabajo de despacho para Gor. «Estamos dando pasos iniciales integrando la parte informática, porque tenemos que dar de alta a sus clientes y sus artículos», señala la gerente de Agroeivissa.

RETOS. Con esta integración, Agroeivissa afronta uno de los mayores retos de la agricultura en Eivissa: el relevo generacional. «Si tu familia no se dedica a ello es difícil que tengas ese gusanillo», destaca Gor, «si no tienes finca y no tienes un pozo empiezas de -10. Y es necesaria mucha burocracia para arrancar, que es lo más difícil». La gerente de Agroeivissa asegura que «se puede vivir perfectamente de la agricultura, pero te tiene que gustar porque es vocacional. Antes los payeses no querían que sus hijos lo fueran, preferían que estudiaran una carrera y esto está cambiando».

Eso sí, Gor considera que «para que sea rentable te tienes que dedicar plenamente. Es difícil combinar un trabajo normal y ser agricultor, porque no vas a llegar». La sequía es, quizás, el mayor quebradero de cabeza de los agricultores ibicencos a día de hoy. «La falta de agua les quita el sueño. Podemos hacer mucha planificación de siembra y tener mucha voluntad para sembrar un poquito más, que sin este recurso fundamental no podremos hacer nada», avisa Gor, quien asegura que los socios de Agroeivissa han notado que el nivel de sus pozos ha bajado.

COOPERATIVA. Los beneficios para el agricultor de formar parte de una cooperativa como Agroeivissa son claros. «Solo tienen que preocuparse de su tierra y que su producto esté lo más bueno posible. Se planifica qué se quiere sembrar y qué cantidades y una vez que ya tienen el producto lo traen a la cooperativa y ya está. No se tienen que preocupar de cargar la furgoneta ni de ir al mercado para vender o de tener que buscar otro sitio en caso de que les sobre producto. Nosotros nos encargamos de buscar el cliente, de distribuir el producto y de comercializarlo», explica la gerente de Agroeivissa.

Los socios de esta cooperativa enfocan su producto mayoritariamente a la temporada de verano, que es cuando más salida tienen. Los productos estrella son la patata, el tomate y la sandía. Sin embargo, la campaña de este año de la sandía ha estado muy por debajo que la del pasado ejercicio. «Este año no va a ser uno de nuestros mejores año. El 2023 fue espectacular por la sandía, que se vendió toda la que se produjo. Pero en 2024 hemos tenido problemas en todas las siembras, por lo que hemos tenido unos 100.000 euros menos solo de sandía», lamenta Gor.

Los productores de Agroeivissa se animan cada ve más a plantar productos de invierno como el brócoli, la coliflor, puerros o la col ‘pagesa’ «para tener una continuidad con las tiendas de barrio, que son clientes nuestros todo el año». Un esfuerzo para los agricultores, ya que «cuando toca sembrar la producción de invierno están en plena cosecha de sandía o de tomate y tienen que decidir si terminan la campaña de verano e inician la de invierno».

PRODUCTO LOCAL. La gerente de Agroeivissa segura que los consumidores cada vez tienen más presente consumir producto local, sobre todo a raíz de la pandemia. «Hay quienes se quejan de que es caro, pero no es lo mismo producir patata aquí que en la Península. Y el sabor no tiene comparación», apunta Gor. Además, «aquí el precio que se le paga al socio es justo y cubre todos los gastos. Si respetáramos esto, el año que viene ya no tendría a ningún agricultor interesado».

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