El grupo parlamentario de Vox quiere que el Reglamento del Congreso se cambie, pero no para permitir el uso de las lenguas cooficiales, sino para obligar a sus señorías a usar el castellano en todas sus actividades parlamentarias. Además, han exigido saber cuánto costará aplicar las nuevas normas que contemplan el uso del catalán, el gallego y el euskera.
Con este objetivo Vox ha registrado una enmienda de totalidad con texto alternativo a la proposición de ley de reforma del Reglamento que abre la vía al uso de las lenguas cooficiales tanto en los debates como en las iniciativas parlamentarias escritas. Esa enmienda se discutirá este jueves en el Pleno, en el marco del debate en lectura única de la reforma reglamentaria impulsada por el PSOE, Sumar, los independentistas de ERC y Bildu y los nacionalistas del PNV y el BNG.
El texto alternativo de los de Santiago Abascal contiene un único artículo. Concretamente, apuestan por añadir un apartado nuevo al artículo 15 del Reglamento para que el castellano sea la única lengua en el ámbito parlamentario. «Los diputados están obligados a utilizar el español en el ejercicio de su actividad parlamentaria, tanto en sus intervenciones orales como en los escritos que presenten en el Congreso», reza el texto propuesto por Vox.
En paralelo, esta formación ha presentado un escrito a la Mesa del Congreso en el que exige conocer el coste total que implicará la aplicación de las nuevas normas parlamentarias, que obligarán a la traducción de las intervenciones que se hagan en lenguas cooficiales tanto en los Plenos como en las comisiones, así como de todos los escritos.
Los diputados de Vox abandonaron este martes en dos ocasiones la sesión plenaria en la que se aceptó tramitar la reforma del Reglamento y en la que ya se permitió el uso de lenguas cooficiales. La primera fue cuando el diputado socialista por Lugo José Ramón Besteiro se expresó el gallego y la segunda cuando el dirigente 'popular' Borja Sémper utilizó el euskera.
Desde Vox denuncian el cambio de criterio del PSOE con esta cuestión y le acusan de haber dado vía libre a una medida que habían rechazado en legislaturas anteriores para lograr los votos de los independentistas necesarios para que Pedro Sánchez siga en La Moncloa.
Para Vox, el empleo de lenguas distintas al español en el debate parlamentario vulnera «el derecho fundamental al ejercicio de la función representativa recogido en el artículo 23 de la Constitución, en tanto que todos los diputados que conforman la Cámara Baja tienen el deber de conocer el español y no otra lengua» y, además, atacan el principio de la indisoluble unidad de España «puesto que la lengua es un elemento esencial para consolidar la unidad política de la nación».