Los ministros de Economía de la Unión Europea ultimaban anoche la creación de un fondo permanente multimillonario para rescatar a países en quiebra o que se enfrenten a ataques especulativos sobre su deuda, como los que están sufriendo Portugal o España tras el salvamento de Grecia.
En paralelo, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo se encontraba reunido para detallar su contribución a este plan, que podría incluir la compra de deuda en el mercado secundario. La UE espera anunciar en breve un acuerdo para «garantizar la estabilidad del euro, en la zona y en los mercados financieros», dijo la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde.
«Estamos viendo en los mercados comportamientos de manada de lobos y, si no detenemos a estas manadas, harán pedazos a los países más débiles», denunció el ministro sueco, Anders Borg.
La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, aseguró a la entrada de la reunión que «España no se plantea recurrir a este fondo».
Las negociaciones de los ministros de Economía, que se complicaron por la ausencia del representante alemán, Wolfgang Schauble, hospitalizado en Bruselas tras reaccionar negativamente a un nuevo medicamento, se vieron acompañadas por contactos al máximo nivel.
El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, Nicolas Sarkozy, para pedirles que la UE adopte medias que generen confianza. Merkel y Sarkozy también hablaron entre sí y constataron su «pleno acuerdo» en la puesta en marcha de este mecanismo de estabilización».
Por su parte, el ministro de Finanzas británico, Alistair Darling, anunció que el Reino Unido no quiere contribuir a este mecanismo de rescate para estabilizar el euro. «Lo que no haremos y no podemos hacer es dar asistencia al euro», dijo.
También el representante sueco dijo que «son los países del Eurogrupo los que han creado el problema y está claro que nuestros contribuyentes no están dispuestos a financiar a los griegos que se jubilan a los 45 años».
El nuevo fondo permanente de estabilización no se basará en préstamos bilaterales, como en el caso de Grecia, porque este sistema no serviría para rescatar a un país como España, cuyo salvamento costaría entre 6 y 7 veces más que el de Atenas y ni siquiera Alemania podría soportar ese desembolso.
Dinero prestado
El mecanismo permitirá a la Comisión acudir a los mercados a pedir prestado el dinero necesario para rescatar a un país. Para ello, utilizará como garantía la reserva disponible del presupuesto comunitario, que asciende a alrededor de 70.000 millones de euros. Con esta garantía, Bruselas podría conseguir en los mercados hasta 10 veces más fondos. Este instrumento se basará en el artículo 122.2 del Tratado, que permite esta asistencia en caso de «serio riesgo de dificultades graves» debidas a «acontecimientos excepcionales».